jueves, 16 de mayo de 2013

Dañina Indiferencia

Frases

Lo contrario del amor no es el odio, sino la indiferencia”. Sigmund Freud

Lo preocupante no es la perversidad de los malvados sino la indiferencia de los buenos”. Martin Luther King

A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa”. Leon Tolstoi

Dios no es un ser indiferente o lejano, por lo que no estamos abandonados a nosotros mismos”. Juan Pablo II


¿Que es la indiferencia?

http://suite101.net/article/indiferencia-definicion-concepto-y-significado-a73119

Epicuro; de la indiferencia a la felicidad
La indiferencia es una manera de ver el mundo; o tal vez una forma de no verlo. La indiferencia es un término cuya definición se determina en función de cuál sea el contexto. La indiferencia, en el sentido negativo significa no asumir ciertas cuestiones; no implicarse, no tomar decisiones cuando es preciso. Así pues, la indiferencia equivale a una suerte de resignación en la que uno mismo se exime de toda culpabilidad o remordimiento. La indiferencia también puede estar estrechamente relacionada con la ignorancia. La indiferencia debe analizarse como una actitud individual. Probablemente contagiosa, pero individual. Esta individualidad, no obstante, tiene mucho que ver con los valores que se
promueven o ensalzan desde los distintos referentes sociales. La indiferencia se genera y crece exponencialmente cuando desaparece la motivación; una actitud que puede estar relacionada con aspectos éticos, morales, laborales, políticos u otros muchos. Por tomar solo uno, podríamos señalar la política como uno de los ejemplos paradigmáticos de lo que hoy en día despierta una mayor indiferencia. Se trata de una cuestión que debería hacernos recapacitar, teniendo en cuenta los tiempos que corren. Tal vez la gente cree que, en el fondo, ni la política ni los políticos están capacitados para cambiar o revertir la situación actual, que se ha convertido en algo que ya no depende su gestión, que existen otros poderes superiores que mueven los hilos y que lo mejor tal vez sea convertirse en un mero observador indiferente y resignado. La indiferencia, observada desde una óptica individual, casi siempre es el fruto del desencanto, bien sea motivado por algún hecho concreto o bien asumido en unos términos más generales, como una actitud ante la vida que se ha enquistado en el comportamiento cotidiano hasta convertirse en algo normal. Lo contrario del amor es la indiferencia. La indiferencia es lo contrario a cualquier cosa que requiera entusiasmo, perseverancia o voluntad. Probablemente el amor sea capaz de soportar muchas cosas, pero difícilmente lo hará con la indiferencia.

La indiferencia, figurita repetida en la radiografía de las familias estadounidenses

http://edant.clarin.com/diario/2005/03/28/conexiones/t-946391.htm

Un estudio de científicos estadounidenses de la Universidad de California, al mejor estilo Gran Hermano, grabó con sus cámaras el funcionamiento de 32 familias de Los Angeles. “La tendencia más preocupante es la indiferencia con que la gente se trata entre sí”, fue su conclusión. Los investigadores de la UCLA buscaron familias con padre y madre que trabajasen fuera de la casa, que pagasen una hipoteca y que tuviesen dos o tres hijos en edad escolar. Cada una de las 32 familias aceptadas recibió mil dólares para participar. ¿El motivo? Estudiar cómo viven las familias de los Estados Unidos. Durante una semana, un grupo de científicos con sus videocámaras digitales registraron los movimientos de los integrantes de cada hogar. Y, más adelante, en el laboratorio, los investigadores analizaron su comportamiento minuto a minuto. Los científicos creen haber estructurado el estudio como para que su examen con respecto a la intimidad de la vida cotidiana de cada grupo sea igualmente válido en lugares como Fort Wayne, Indiana, o Yakima, Washington.  Generalmente, los estudios sobre los estilos de vida dependen de que los participantes respondan cuestionarios o que redacten diarios. Pero la mayoría disimula, no dice la verdad, la dice a medias o responde lo que cree que los investigadores quieren oír.  Cada familia fue observada durante una semana. Los investigadores se pegaron a sus integrantes desde el primer pocillo de café matutino hasta la hora de dormir. Son 1.600 horas de vídeo digital, donde abundan tanto los momentos de alegría, como los de dolor, enojo y frustración.  Las personas descuidadas siguieron siéndolo. Las menos felices no podían contener las lágrimas. “No es sólo un fenómeno de la clase media, lo que pasa en la sociedad se refleja en la familia”. En ese análisis, la antropóloga lingüista Elinor Ochs, destaca que la tendencia más preocupante es la indiferencia con que la gente se trata entre sí, particularmente cuando se reúne al término de la jornada. Como para muestra basta un botón, Ochs, generosa, ofrece ejemplo del copioso archivo del proyecto: Un hombre entra en el dormitorio después de llegar del trabajo mientras su esposa dobla la ropa lavada. No hay un beso ni siquiera un “Hola”. En cambio, reanudan su discusión de la mañana acerca de quién dejó comida fuera de la heladera dejando que se eche a perder. Otro es el de una madre, ejecutiva, con traje de seda, insinúa una sonrisa resignada cuando su hija se niega a mirarla a la cara. Finalmente, la niñera anima a la pequeña a hablar mientras le abotona el pijama.  Ochs dice que otras culturas humanas -y aun otras especies, como los lobos- se saludan de modos minuciosos para reforzar los vínculos sociales. Y opina que la indiferencia que se repite en una y otra familia en el estudio sugiere que algo anda mal. “Regresar al hogar al final del día es uno de los momentos más delicados y vulnerables en la vida. Todo el mundo, en todas las sociedades, manifiesta algún tipo de recepción. Pero aquí, los niños no están saludando a los padres y éstos se lo permiten”.  Ochs dijo que las familias estudiadas estaban reunidas en el mismo cuarto apenas un 16 por ciento del tiempo. En cinco hogares, la familia entera jamás estuvo en la misma habitación mientras se efectuaban las observaciones. Ni una sola vez. “La gente no se junta con mucha frecuencia en nuestra sociedad. Pueden decir que quieren comunidad, pero no la buscan'', concluye Ochs.

Efectos negativos en la indiferencia de los padres hacia los hijos

http://exploreycononce.wordpress.com/2013/02/23/efectos-negativos-en-la-indiferencia-de-los-padres-hacia-los-hijos/

La ausencia del padre es la principal causa del retroceso en el bienestar de los niños. También es un factor crucial para comprender la crisis actual de la familia.

La devaluación de la función paternal tiene consecuencias sobre la estructuración psíquica de los individuos y sobre la sociedad:

• Debilitamiento de la imagen masculina,
• Trastornos de la filiación,
• Aumento de las conductas adictivas,
• Pérdida del sentido de los límites (toxicomanías, bulimia/anorexia, prácticas sexuales reaccionales),
• Dificultades para socializarse, etc.

La sociedad actual valora mucho la figura de la madre. Es verdad que ésta es una fuente de seguridad para el niño, pero la relación de la madre y el hijo necesita completarse con la función paterna.
“El padre es el que dice que no (tanto al hijo como a la madre, lo que permite justamente diferenciar a los dos padres), el que introduce la negatividad y el que declara la prohibición, es decir el límite de lo posible”. La figura del padre es necesaria para el desarrollo psicológico equilibrado de los hijos. El padre es el mediador entre el niño y la realidad; permite al hijo tomar iniciativas, “porque él ocupa una posición de tercero, de compañero de la madre, y no de madre bis”. Gracias a la figura del padre, el bebé aprende a diferenciarse de la madre y a adquirir autonomía psíquica. El niño descubre que él no hace la ley, sino que existe una ley fuera de él.

Los Padres Indiferentes

http://www.serpapas.com/escuelapadres/estilos-educativos/46-los-padres-indiferentes 

Los padres indiferentes son aquellos que tienen un bajo compromiso en la educación de sus hijos. Generalmente son padres poco implicados en su papel de educadores y por tanto no suelen establecer mecanismos para enseñar a sus hijos ni para fomentar su desarrollo. Es frecuente que estos padres, desconozcan los avances que el niño realiza en el colegio y suelen darle poca importancia a cualquier asunto relacionado con su hijo. Generalmente, estos padres pasan poco tiempo con sus hijos o, el tiempo que pasan son indiferentes al comportamiento del niño. No se muestran interesados por los posibles avances y los nuevos aprendizajes que el niño va realizando y todo su tiempo lo ocupan en sus preocupaciones en otras facetas de su vida, olvidando, la faceta de padres. Los padres indiferentes, dejan, con frecuencia, el cuidado de sus hijos en manos de otros. En ocasiones, los padres ausentes, que no pasan tiempo con sus hijos, pueden transmitir una total indiferencia a su hijo. Si los padres no están, difícilmente pueden saber qué le ocurre a su hijo, si aprende, si tiene amigos o si tiene dificultades con alguna materia. Las consecuencias de esta baja implicación emocional con los hijos pueden ser verdaderamente graves. Esta falta de apoyo emocional perjudica el desarrollo del niño dificultando el desarrollo de sus habilidades sociales, de sus capacidades para comprender al otro y para manifestar y entender emociones. Estos déficits en su desarrollo pueden tener como consecuencia comportamientos desajustados e incluso, antisociales. Cuando nos mostramos indiferentes ante los problemas de nuestros hijos (o sencillamente, no nos enteramos) les estamos transmitiendo que no son importantes, que no hay tiempo para ellos, lo que causa verdaderos estragos en el desarrollo de su autoestima. El resultado de este tipo de educación es que el niño se convierte en un adulto inseguro con relaciones desajustadas: - Puede mostrarse excesivamente dependiente y apegado a los demás, que busca constantemente relaciones intensas con los otros exigiendo a los demás tiempo y cariño constantes; - O por otra parte, puede convertirse en un adulto desconfiado, que le cuesta tener relaciones íntimas con los demás, esquiva y esperando siempre que los demás le traicionen y abandonen. Por ello, los niños que crecen en un entorno de indiferencia, mostrarán una baja autoestima, inseguridad y muchas dificultades en las relaciones con los demás.

Indiferencia y tercera edad

http://nuestros-abuelos.blogspot.com/2008/02/la-indiferencia.html

Es difícil saber a los 27 años que tan difícil puede ser tener 82 y sentir que nadie te presta atención; hoy conversaba con un abuelito de esa edad y se sentía tan desolado, tan triste que nadie pueda estar un poquito al tanto de el...me decía: ni si quiera me saludan, si solo me dijeran buenos días o buenas noches o hola me sentiría bien pero ni eso me dan...el vive en una casa de una familia que no es la suya pero que por cosas del destino lo a cobijado durante varios años, pero al parecer los muchachos que antes le decían "abuelo" de cariño, hoy se han olvidado de el y lo tratan con indiferencia, la cual hiere en lo mas hondo a su corazón solitario...el es un hombre de 82 años, soltero y sin hijos, como este ABUELO hay muchos por ahí esperando nuestra atención, esperando que dejemos de lado nuestra indiferencia y les prestemos solo segundos de atención, un buenos días, un buenas tardes, una simple sonrisa les cambiara la vida y creo que a todos, el mundo cada vez se hace mas individualista y eso nos aleja y no nos permite seguir desarrollándonos socialmente, hagamos que esto no siga así y empecemos con nuestros abuelos, los reales y los postizos con los que nos podamos cruzar, así cuando nos toque esta edad podamos cosechar lo sembrado.

China: instalan jaulas en la calle para que mendigos no molesten al turismo

30/4/2013 lr21.com.uy

A fín que la gran cantidad de mendigos que proliferan en las calles de Nanchang, en la provincia china de Jiangxi, no molestaran a la masa de turistas que se anticipaba llegaría en el marco de un festival religioso, las autoridades instalaron jaulas –similares a las de las fieras- en la principal avenida, desde donde los indigentes pueden mendigar.  En caso que no acaten el pedir a los transeúntes desde dentro de sus jaulas, los mendigos serán expulsados de la ciudad. “O se quedan dentro de las jaulas, o serán expulsados de la ciudad”, confirmaron las autoridades, quienes hicieron las proclamas correspondientes en radio y televisión para que todos estuvieran alertados de las consecuencias de desobedecer la norma. Según las autoridades la medida es solamente transitoria y en tanto dure el festival. “No queremos que los mendigos acosen a los turistas pidiéndoles plata”, sintetizaron las fuentes del gobierno local, enfatizando que solamente se trata de proteger al máximo a los miles de peregrinos, locales y extranjeros, que se dan cita en la ciudad por estas fechas.
La comodidad de la jaula y los Derechos Humanos. Según un portavoz del municipio de Nanchang “los mendigos están muy cómodos en sus jaulas”, y agregó que las autoridades se ocupan de que tengan agua y algo de comida. “Inclusive los visitantes les dan alimentos, agua y hasta dinero: para ellos es mucho mejor estar en las jaulas que en las calles tan transitadas por estos días. Y además, cuando se cansen pueden retirarse y abandonar la ciudad”, explicó. Los enjaulados solamente pueden poner delante de si, fuera de la jaula, una escudilla donde recibir las limosnas y les está prohibido portar ningún tipo de leyenda así como tampoco convocar o llamar a voces a los transeúntes. Las organizaciones de Derechos Humanos de Asia, en general, han denunciado que se están violando normas básicas y que el trato a los animales de los zoológicos es mejor que el que están recibiendo estos ciudadanos chinos.

Escolares son indiferentes al bullying que viven sus compañeros, según estudio

19/3/2013 www.educacionenred.com

Un nutrido panel de expertos nacionales y extranjeros se reunio hoy en Lima para el conversatorio denominado "Del bullying a la convivencia escolar pacífica", a través del cual la Fundación Telefónica, en un esfuerzo conjunto con el Ministerio de Educación, busca propiciar un espacio de reflexión acerca de la problemática del hostigamiento escolar, más conocido como bullying. Un estudio reveló la indiferencia de la mayoría de estudiantes frente a los casos de bullying, reportando que a más del 60% de escolares no le interesa defender al agraviado. La situación se complica aún más con el silencio de las víctimas, ya que el 34% de ellas no comunica estos hechos a sus padres o tutores. Mientras que otro alarmante dato reveló que cerca del 50% de estudiantes de colegios públicos y privados a nivel nacional fue víctima de violencia escolar. De acuerdo con el experto internacional Enrique Chaux, especialista en conflictos interpersonales y educación para la convivencia, quien será uno de los ponentes del encuentro, esta problemática no solo se reduce al aula de clases, sino que forma parte de un conflicto social aún mayor que involucra a todos los agentes de la sociedad, por lo que la responsabilidad de los problemas del bullying recaen en los profesores, padres de familia y la comunidad. "En tal sentido, se deben involucrar y estar capacitados para asistir a los niños y/o adolescentes agresores e intimidados", señaló.

No hay comentarios:

Publicar un comentario