martes, 13 de mayo de 2014

Inseguridad

Frases:

“La seguridad de los pueblos a mi mando, es el más sagrado de los deberes” José De San Martín

“La mayoría de gente quiere seguridad en este mundo, no libertad” (Hl Mencken)

“La seguridad de los pueblos a mi mando, es el más sagrado de los deberes” José De San Martín

"Los políticos tímidos e interesados se preocupan mucho más de la seguridad de sus puestos que de la seguridad de su país." Macaulay, Thomas

“Nada puede dar un sentido real de seguridad en el hogar, excepto el amor verdadero”. Billy Graham


Vázquez habló de inseguridad y volvió a aludir a la “sensación térmica”

27/2/2014 180.com.uy

“¿Quieren hablar de seguridad? Vamos a hablar de seguridad, acá están los números”. Tabaré Vázquez cumplió con su anuncio y este miércoles en Barrios Blancos se refirió a la seguridad. Dijo que hay dos tipos de inseguridad, la objetiva y la subjetiva. Reconoció que hay problemas derivados del aumento de las rapiñas.  “Algo aquí pasa. Hay un desfasaje entre lo real, lo objetivo, y lo subjetivo. Son muchos los
elementos que están actuando en este sentido para cambiar lo que es la realidad o la seguridad objetiva. Aunque una sociedad sea segura, la sociedad subjetiva refleja una sensación de inseguridad. Y esto es lo que estamos viviendo. Sobre esto que diagnosticamos y nos preocupa, nos ocupamos”, dijo Vázquez. El expresidente dio muchos datos durante su discurso de más de una hora. Usó datos del Observatorio de la Violencia y de la encuesta de victimización para comparar entre los gobiernos del Frente Amplio y los anteriores. “De 1990 a 1995 los hurtos y las rapiñas habían aumentado un 4%. De 1995 al 2000, aumentaron un 15%. Del año 2000 al 2005, los delitos contra la propiedad aumentaron un 68%. Del 2005 al 2010, cuando llegó el Frente Amplio al poder, el conjunto de esos delitos contra la propiedad, bajaron un 4%. Y entre el 2010 y 2013 aumentaron 4,7%”, dijo. Vázquez dio datos de rapiñas y hurtos juntos. Luego los desglosó. “El incremento mayor de los delitos contra la propiedad no se dio en los gobiernos del Frente Amplio. Acá están los números. Que los refuten, que traigan otros números, que digan que estoy mintiendo. ¡Acá están los números! ¿Quieren hablar de seguridad? Vamos a hablar de seguridad”, afirmó. Al referirse al tema de los menores de 18 años y la propuesta de baja de la edad de imputabilidad penal que se plebiscitará con las elecciones nacionales, Vázquez habló de datos del Poder Judicial. Consideró de nuevo que hay una sensación subjetiva en cuanto a que la mayoría de los delitos es cometida por adolescentes cuando los datos indican que no es así. “De los 255 últimos homicidios que hubo en Uruguay, 21 fueron cometidos por menores y 234 por mayores. Solo un 8% de los homicidios es cometido por menores. El 92% corresponde a adultos. Queda muy lindo salir a hablar de bajar la edad de imputabilidad, de menores de 18 años, culpándolos de todos los males”, afirmó.

Con 16.686 rapiñas, en 2013 hubo un "récord histórico" desde 1980

18/3/2014 elpais.com.uy

El año pasado hubo un "récord histórico" en materia de rapiñas, al contabilizarse un total de 16.686 casos, según un estudio de un instituto de Vamos Uruguay. El mayor incremento de este delito ocurrió durante los gobiernos de Vázquez y Mujica. Los integrantes de Fundapro analizaron la situación de los delitos en Uruguay.  "Jamás en la historia del Uruguay hubo tantas rapiñas, y eso que no se cuentan las tentativas", expresó a El País el abogado Guillermo Maciel, responsable del Observatorio de Seguridad de la Fundación Propuestas (Fundapro) del sector colorado Vamos Uruguay, que lidera el precandidato presidencial Pedro Bordaberry. El último informe de Fundapro, que será divulgado en los próximos días en la página web del organismo, concluye que con las 16.686 rapiñas que hubo en 2013 se produjo un "récord histórico" desde que el Ministerio del Interior comenzó a registrar las estadísticas de criminalidad, en 1980. La cifra total de rapiñas registradas en 2013 forma parte de la Memoria Anual que el Poder Ejecutivo envió al Parlamento el pasado 1° de marzo. "De esto se desprende una muy mala gestión del Ministerio del Interior a pesar de que en este período de gobierno ha contado con un presupuesto extraordinario de más de US$ 800 millones, cosa que es justificada, porque la seguridad pública requiere inversión. Pero la realidad marca que los resultados no son magros, sino que son absolutamente negativos", consideró Maciel. Según las cifras oficiales que toma el informe del Observatorio de Seguridad de Fundapro, en 2013 las rapiñas aumentaron un 8,3% en comparación con el año anterior. En diciembre del año pasado, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, dijo que los hurtos y rapiñas habían descendido en relación a 2012. El reporte de Fundapro señala que en cuanto a las rapiñas existe "un salto cuantitativo, en una pendiente ascendente muy clara, a partir de 2005", ya que desde entonces "la tendencia general que sigue la tasa fue de crecimiento constante y sostenido". Según Fundapro, al analizar el total de rapiñas por períodos de gobierno, "se observa la evolución del crecimiento, con un significativo salto en los dos últimos períodos". En tal sentido, el informe colorado indica que durante el gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2010) hubo 52.902 rapiñas, y en lo que va de la gestión de José Mujica se registraron 64.687. Por eso, Maciel explicó que si se mantiene la tendencia de unas 16.000 rapiñas por año, la actual administración podría culminar con cerca de 28.000 rapiñas más que la anterior. El informe de Fundapro también cuestiona al Ministerio del Interior por analizar la evolución de la criminalidad en términos porcentuales en lugar de hacerlo en cifras absolutas, que es lo que refleja correctamente la realidad, según este instituto. "El Ministerio del Interior parece estar apelando a esta ficción (de comparar porcentajes) para que parezca que las rapiñas descendieron durante las últimas dos gestiones de gobierno del Frente Amplio. Esto representa una suerte de hacerse trampa al solitario y resulta totalmente inconducente", sostiene Fundapro. "Y nadie ha hecho menos para combatir la inseguridad ciudadana que el gobierno del Frente Amplio de los últimos casi diez años. Resultado de la mala gestión, la improvisación, la incapacidad, la falta de estrategia, la inacción, la indiferencia y una visión ideologizada del problema", añade. Sin embargo, Fundapro no centraliza los problemas de inseguridad solamente en el crecimiento de las rapiñas en los últimos dos períodos de gobierno, sino también en el aumento de los casos de homicidio. Al respecto, el informe recuerda que en 2012 hubo un "récord histórico" de homicidios al totalizar 267 casos, los que "prácticamente se mantuvieron en el año 2013 alcanzando 258 muertes". 

Bordaberry: “El abogado piensa en el delincuente y no en la sociedad”

14/3/2014 elobservador.com.uy

Pedro Bordaberry se despidió del Senado –para dedicarse a la campaña electoral– con un proyecto de ley que propone endurecer las penas para los reincidentes. Se inspiró, tal como expresa la exposición de motivos en la regla penal que se aplica en 22 estados de Estados Unidos y en otros países, como Nueva Zelanda. Se inspiró en régimenes que permiten la cadena perpetua. Al explicar la regla penal que recogió, Bordaberry sostuvo: “Si el delincuente reincide, en su segundo delito se le aplica una pena sustancialmente mayor. Y para el caso de una tercera o más reincidencias esto conlleva a una pena máxima de años o incluso a cadena perpetua en aquellos países en que la misma está prevista”.  El proyecto tiene dos artículos. En el primero, propone duplicar los mínimos y los máximos de la pena para los reincidentes de “los delitos de homicidio intencional, lesiones graves intencionales, lesiones gravísimas intencionales, rapiña, rapiña con privación de libertad (copamiento), extorsión, secuestro y violación”. Para quienes reincidan por segunda o más veces, las penas se triplican.  El segundo artículo del proyecto expresa que quien reincida en los delitos de sangre, y, además, en delitos de narcotráfico, “deberá cumplir efectivamente la totalidad de su condena y no le serán aplicables los institutos de libertad anticipada, libertad condicional, ni la concesión del régimen de salidas transitorias”.  El catedrático de Derecho Penal, Miguel Langón, advirtió que se endurecen las penas para los delitos de sangre, pero no para otros delitos considerados graves, como el lavado de dinero. Consultado sobre el tema, Bordaberry afirmó a El Observador que se endurecen las penas para los delitos que “atacan la vida”. Pero el proyecto propone también triplicar las penas de delitos contra la propiedad, como la rapiña y la extorsión. Así, se igualan penas de delitos contra la propiedad con delitos contra la vida. Si bien el senador colorado, impulsor del plebiscito para bajar la edad de imputabilidad penal de 18 a 16 años, aclaró en el proyecto que la pena máxima que se le podría aplicar a un preso en Uruguay sería de 30 años, Langón consideró que la propuesta es “de una severidad inusitada” que “en los hechos se traduce en cadena perpetua” (ver Análisis en página 3). Sin embargo, Bordaberry aclaró: “No creo en la cadena perpetua. Del límite de 30 años (como pena máxima) no nos apartamos”.  A la luz de lo que ha venido sucediendo en los últimos 20 años, en las cátedras de Derecho Penal hay consenso sobre la inconveniencia de aumentar las penas. En el ámbito académico se señala que desde la década del 90 se han endurecido las penas y las consecuencias siempre fueron las mismas: más presos, costos penitenciarios más caros y más delincuencia. La ley de Seguridad Ciudadana, aprobada por todos los partidos durante el segundo gobierno de Julio María Sanguinetti (1995-2000), endureció las penas de los delitos y creó el delito de copamiento. Una segunda ley de Seguridad Ciudadana agravó los delitos cometidos por presos en salidas transitorias. Sin embargo, los hurtos y las rapiñas, en lugar de reducirse, se multiplicaron. La ley 17.243, aprobada durante el gobierno de Jorge Batlle (2000-2005), convirtió la rapiña en delito inexcarcelable y agravó el hurto, que recibió penas de hasta ocho años. En esta administración, el gobierno del FA también endureció las penas para los policías corruptos y para los traficantes de pasta base (norma que no se aplica, porque técnicamente no se puede determinar qué es pasta base y qué no). El resultado de este proceso: cada año se bate el récord de presos. Milton Cairoli, catedrático de Derecho Penal y expresidente de la Suprema Corte de Justicia, sostuvo que “la experiencia recogida en otros países donde se han aumentado las penas indica que no por esa circunstancia los delitos se cometen en menor número”. “Yo diría que casi es lo contrario”, aseguró. Bordaberry explicó que penas tan graves como las establecidas en el proyecto “disuaden a potenciales delincuentes de cometer nuevos delitos”. “Un criminal entre rejas no puede cometer delitos en las calles y por lo tanto se salvan vidas y evitan delitos graves”, aseguró. A su juicio, “el mayor aislamiento de un delincuente evita que pueda cometer nuevos delitos graves”. Langón señaló que el castigo al reincidente que propone esta iniciativa se podría considerar “inconstitucional”. “No se castiga al individuo por lo que hizo hoy sino por la conducción de su vida, por hechos del pasado. Se lo castiga por ser ladrón y no por haber robado”, cuestionó. Sobre las críticas de los penalistas a su proyecto, el senador colorado respondió: “El abogado está pensando en su cliente, que delinquió, y quiere sacarlo de la cárcel. La mirada de los penalistas se basa en el punto de vista del que delinque y no en la sociedad. Y tenemos que pensar más en la sociedad”, concluyó. 

Larrañaga lanzó su campaña y anunció que le dará guerra a la delincuencia y a las drogas 

16/3/2014 elobservador.com.uy

El líder blanco lanzó su campaña desde el corazón de la capital y anunció que le dará guerra a la delincuencia y a las drogas. Uno de los axiomas de la política uruguaya dice que aquel candidato presidencial que gana en Montevideo difícilmente pierda la elección nacional cuando llega el momento de contar todos los votos del país. Esto lo sabe Jorge Larrañaga (Futuro Nacional) quien, para lanzar oficialmente su campaña electoral, llenó de gente ayer la explanada de la intendencia capitalina y sus alrededores en una demostración de  fuerza protagonizada por gente que llegó desde los barrios montevideanos pero también desde el interior del país. La intendencia no solo es el lugar en el que Wilson Ferreira habló por primera vez luego de ser liberado en 1985, también es el lugar en el que en 1971 el Frente Amplio organizó su primera demostración de masas y es un centro de poder al que los blancos pudieron llegar solamente una vez en toda la historia con Daniel Fernández Crespo en 1958. Por eso, Larrañaga ayer quiso decir muchas cosas a la misma vez: que su condición de hombre del interior no le impide conocer los problemas de los montevideanos, que no se resigna a que la izquierda siga ganando en la capital como hace 25 años, que quiere pisar fuerte en la zona urbana para quitarle a Luis Lacalle Pou toda posibilidad de derrotarlo en la interna, y que espera que ese envión le sirva para darle batalla a Tabaré Vázquez en octubre. “El frente agotó su modelo. Su proyecto caducó, se quedo sin recambio. Nuestro proyecto en cambio, mira al futuro. El Frente no va a cambiar y Vázquez no va a cambiar al Frente. Hay que sustituirlo por un nuevo proyecto”, dijo ante miles de personas parado en el estrado que llevó más de un día levantar en la esquina de 18 de julio y Ejido. La estetica del evento unió tradición y modernidad: las mismas banderas de casi siempre, jingle, pantalla gigante, cuatro tribunas,  una pasarella moquetada y drones filmando desde el aire. Volviendo al discurso, así como le apuntó a Vázquez, Larrañaga también se acordó del presidente José Mujica durante su discurso.  “Vamos a reconstruir el sistema de valores, perforado por mensajes equivocados y torcidos. Debemos salir del relativismo moral, del todo vale, de la biblia y el calefón, del cómo te digo una cosa te digo la otra. Eso se termina el 28 de febrero de 2015”, dijo en referencia al último día de gobierno de la actual administración. Así, siguió con sus cuestionamientos a la gestión del Frente Amplio. “El Frente Amplio tuvo una oportunidad magnifica de cambiar el país. Tuvo plata por el crecimiento económico, tuvo tiempo y tuvo mayorías parlamentarias. Sin embargo cambiaron muy poco.  Fueron radicales, radicales para los que piensan diferente. Radicales contra la mitad de los uruguayos”, sostuvo el líder nacionalista. Y consideró que el Frente usó sus mayorías parlamentarias “abusivamente”. “Usaron esas mayorías en liberar la droga, en los desatinos de Pluna, en la falta de transparencia de Aratirí, en ir contra decisiones populares surgidas de plebiscitos. En buscar una ley de control de medios que afecta la libertad de expresión”, afirmó. Dijo que si él gana buscará la “gobernabilidad” y el posible “consenso”. Sobre el delito y la iniciativa del gobierno de legalizar la venta de marihuana fue tajante: “A partir del 1 de marzo le vamos a declarar la guerra a la delincuencia y a las drogas. ¡Qué no planten (marihuana)!”. En la búsqueda de apoyos más afines a las personas que se ubican un poco más a la izquierda del centro político, Larrañaga dijo querer un país con “justicia social” y recordó, sin entrar en detalles que “la ayuda social en Uruguay la empezaron los blancos”. “Nadie le va a enseñar a los blancos a a defender a los trabajadores y a los pobres”. sostuvo. También prometió que la educación estará en el primer lugar de su agenda de gobierno. Luego, dando un giro otra vez hacia los reclamos habituales de blancos y colorados, pareció aludir a la necesidad de que la ayuda social deba tener contraprestaciones por parte de quienes la reciben. “Queremos recuperar valores que nos han definido como sociedad, orden, respeto, derechos y obligaciones. No podemos aceptar ser una sociedad que solo reclama derechos y no está dispuesta a asumir las responsabilidades. No queremos asistencialismo y clientelismo”, dijo Larrañaga Además de las consabidas banderas de todo acto político, había en los alrededores de la explanada muchos carteles con el rostro de Wilson Ferreira . Sobre el final del discurso, Larrañaga  recordó al caudillo blanco y consideró que llegó el momento de llevar sus ideas al gobierno nacionl.
Al grito de “¡se acaba!” y “¡a ganar!”, Larrañaga se despidió bajo una lluvia de papelitos blancos y celestes.

¿Cuál es el tema que más preocupa a los uruguayos?

29/7/2013 equipomori.com.uy

La inseguridad continúa siendo hoy el principal problema del país, de acuerdo a la visión de los uruguayos. Cuando se pregunta en forma espontánea, sin sugerir opciones, cuál es el principal problema del país, 32% menciona a la inseguridad o a la delincuencia. En un segundo lugar aparece el desempleo, los problemas sociales, y la situación económica. Estos son resultados de la encuesta de Equipos MORI del mes de junio, a partir de una muestra nacional de 700 personas, representativa de la población de 18 años y más. Esto no fue siempre así. Fue durante fines de 2008 y fundamentalmente en 2009 que la seguridad alcanzó el primer lugar en las menciones: anteriormente la principal preocupación era el empleo. Por supuesto, la disminución del desempleo en este período también puede haber contribuido a que otros problemas –como la inseguridad- cobraran mayor relevancia. Pero, en cualquier caso, lo cierto es que hoy la delincuencia y la inseguridad continúan siendo el tema que más preocupa a los uruguayos. Equipos MORI preguntó a los entrevistados su opinión sobre distintas medidas posibles de acción para combatir la delincuencia.  En primer lugar se consultó a los uruguayos su opinión sobre la actuación de la policía frente a los delincuentes. Menos de la tercera parte (29%) considera que la actuación de la policía “es adecuada”, mientras que la mayoría (65%) opina que “debería ser más dura” y una minoría (1%) que “es demasiado dura”. Con claridad entonces los uruguayos reclaman a la policía mayor dureza con la delincuencia. Por otro lado, se abordó el tema desde el plano de la legislación. ¿Debería haber leyes que impongan penas más severas a los delincuentes? Nuevamente una mayoría fuerte (78%) está de acuerdo en que la legislación debería ser más dura, y apenas uno de cada siete (16%) que es adecuada. Por último, se interrogó respecto a la actuación judicial. ¿La Justicia actúa adecuadamente, debería ser más estricta o debería ser menos estricta? La enorme mayoría (en este caso alcanzando cifras cercanas al 90%) manifiesta que los jueces “deberían ser más estrictos” en la aplicación de la Ley. Es perfectamente posible que algunos de estos juicios respondan a visiones relativamente estereotipadas sobre la realidad, y que puedan estar basados en información parcial o fragmentaria, quizá incluso teñidos en alguna medida por la agenda de los medios de comunicación.

Barrios de Montevideo con índices de delitos más altos del mundo

29/7/2013 elobservador.com.uy

Testimonios y documentos que circulan en el seno del gobierno dan forma a lo que se considera el nuevo tipo de delincuencia que está generando el estado de inseguridad y se convirtió en la principal preocupación de los uruguayos. Para el gobierno, el cambio en las relaciones criminales fue un tránsito de la acción individual y la asociación circunstancial a grupos más o menos estructurados aun cuando el individualismo permanezca. Una característica de los nuevos grupos es un grado mayor de violencia en la resolución de conflictos, que pasó de advertencias con tiros en las piernas hasta ejecuciones con 70 balazos. Otro papel central en la conformación de la delincuencia actual es la cultura carcelaria que se extendió hacia el exterior de las prisiones, primero por la cantidad de presos que se fueron sumando con el tiempo, luego por la calidad de esos presos, algunos de los cuales perfeccionaron sus capacidades delictivas en contactos con mafias colombianas, rusas, polacas, suecas, mexicanas, brasileñas, peruanas, bolivianas, serbias y españolas que llegaron hasta las costas uruguayas y algunos de cuyos integrantes fueron apresados. A esto se suman los uruguayos presos en otros países y luego deportados. El traspaso de conocimiento delictivo generó nuevas formas de comportamiento, a saber: pago por protección para garantizar la seguridad, extorsión a familiares de consumidores de drogas, homicidios como ajustes de cuenta, un incipiente sicariato, secuestros extorsivos entre narcos ordenados desde la cárcel que a veces no llegan a los medios ni a la Justicia. De hecho, la Policía habla por lo bajo sobre la posible desaparición de algunos delincuentes, al estilo mexicano, que podrían haber sido ejecutados y enterrados o quemados, como hacen otras mafias, pero nadie denuncia esos hechos. Entre los grupos organizados se destaca el de tráfico, contrabando y falsificación de marcas o trata de personas. Su característica es tratar de pasar inadvertidos con lo cual usan la violencia solo en caso extremo. Su arma poderosa es la corrupción ya que tienen tres intereses bien definidos: la mercancía, la libertad y el dinero. “Pueden perder el cargamento, procuran no perder la libertad, pero de ninguna manera quieren perder su dinero pues representa la pérdida de poder”, dijo un oficial.  Como contrapartida, los grupos territoriales son muy violentos para marcar su zona. Los grupos barriales más conocidos operan en Cerro Norte, Marconi, Ituzaingó y capitán Artigas en Canelones. También hay grupos vinculados a las barras bravas del fútbol. Tienen comando y control de sus integrantes, conexiones con grupos de tráfico y actividades criminales diversas. Buscan sustituir al Estado en sus funciones, por eso tratan de solucionar las disputas barriales para evitar que se llame a la Policía y cada vez ejercen un mayor dominio sobre los menores, a los que comenzaron utilizando como campanas pero que, se ha demostrado, los empiezan a enviar como sicarios. También usan a estos menores y a mujeres como frente de resistencia a la autoridad en casos en que las fuerzas de choque de la Policía llegan al lugar en un operativo. A veces, vinculados con estos grupos territoriales, están las bandas de asaltantes, cada vez más violentas y organizadas, y que en ocasiones han elegido como blanco a los propios narcotraficantes para hacerse de su dinero o drogas. En ese caso van dispuestos a todo, como ya se ha visto cuando una rapiña termina en una ejecución lisa y llana.

Bonomi: “No puede haber seguridad si hay corrupción”

23/7/2013 Larepublica.com.uy

El ministro del Interior Eduardo Bonomi sentenció que “no puede haber seguridad si hay corrupción”, en tiempos en que se conocieron nuevos hechos que vinculan a policías con actos delictivos. El secretario de Estado confesó que desde que asumió la titularidad de esa cartera, se han dado de baja a unos 300 policías al año por hechos relacionados a la corrupción. Entiende que “seguramente” los policías vinculados al delito “son una minoría”  pero que “hay corruptos, hay corruptos en la Policía, y los hemos estado combatiendo”, sentenciando que, de las 300 bajas anuales en el instituto policial, “mucho tiene que ver con este tema” de la corrupción. Bonomi confesó que desde que asumió el ministerio del Interior sus prioridades fueron dos: mejorar los sueldos de la Policía y sus condiciones de trabajo y combatir “fuertemente la corrupción”, porque está convencido que “no puede haber seguridad si hay corrupción”. Un sondeo dado a conocer recientemente indica que el 48% de las personas encuestadas percibe que los partidos políticos son corruptos y el 47 piensa lo mismo pero de la Policía, según la ONG Transparency International. En Argentina, México y Venezuela más del 65% considera que la corrupción aumentó, cifra que en Uruguay alcanza el 43%. Casi la mitad de los uruguayos (48%) percibe que los partidos políticos son corruptos. Los que les siguen a los partidos en percepción sobre corrupción son la Policía (47%), los funcionarios públicos (40), el Poder Judicial (39), el Parlamento (38), instituciones religiosas (37), Fuerzas Armadas (34), Comercios (34), Medios de comunicación (32), Servicios de salud (31), Educación (24) y las ONG (20).

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