miércoles, 4 de diciembre de 2013

Familia, plataforma de despegue

Frases

“No puedo pensar en ninguna necesidad en la infancia tan fuerte como la necesidad de la protección de un padre”. Sigmund Freud

“El sueño del héroe, es ser grande en todas partes y pequeño al lado de su padre" Victor Hugo

“Bendito es el hombre que oye muchas voces tiernas llamándolo padre”. Lydia M. Child

“El niño no aprende lo que los mayores dicen, sino lo que ellos hacen”. Baden Powell

Pero si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo. – 1 Timoteo 5:08

¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! – Salmo 133:1

Los traumas de la niñez dejan una marca en el ADN

3/12/2012 elpaís.com.uy

Científicos del Instituto de Psiquiatría Max Planck en Munich, documentaron por primera vez que en individuos con determinada predisposición genética, el trauma causa cambios de largo plazo en el ADN que llevan a desregulaciones duraderas del sistema hormonal. Como resultado, los afectados se encuentran menos capaces de sobrellevar situaciones de tensión a lo largo de sus vidas. Con frecuencia, esto conlleva depresión, trastorno de estrés postraumático, o trastornos de ansiedad durante la adultez. Los doctores y científicos esperan que estos descubrimientos lleven a nuevas estrategias de tratamiento, y a un aumento de la conciencia pública sobre la importancia de proteger a los niños del trauma y sus consecuencias. "Dependiendo de la predisposición genética, el trauma de la niñez puede dejar marcas permanentes en el ADN. La consecuencia es una desregulación del sistema hormonal de la víctima, que puede finalmente llevar a enfermedades psiquiátricas", dijo una científica del instituto. Muchas enfermedades humanas surgen de la interacción de genes individuales, e influencias ambientales. Los eventos traumáticos, especialmente en la niñez, constituyen factores de alto riesgo para las enfermedades psiquiátricas. De todos modos, que las situaciones de tensión lleven a desórdenes psiquiátricos dependen en gran medida de la predisposición genética.  La tensión extrema y las altas concentraciones de hormonas asociadas al estrés, llevan a lo que se denomina cambio epigenético. Esto genera una alteración en el ADN que conlleva a un aumento de la actividad de un gen específico. Este cambio duradero es generado primariamente a través del trauma durante la niñez.

Workaholics: el drama de ser un adicto al trabajo

26/11/2013 infobae.com

No se toman vacaciones, jamás apagan su celular y no salen sin su laptop. Son solitarios, esclavos de su ego, se alimentan mal y descuidan a su pareja.  Pasan toda la mañana y la tarde en la oficina pero nunca es suficiente. Son los primeros en llegar y los últimos en irse. Sin embargo, apenas llegan a su casa, vuelven a encender la computadora y siguen trabajando. Por sus horarios, suelen perderse la cena familiar y están casi siempre ausentes en los actos escolares de sus hijos. Hasta cuando se van a dormir prefieren seguir conectados desde la cama y ponen excusas a la hora de la intimidad con su pareja. Pero ¿qué buscan en su trabajo los adictos? Hay muchas razones por las que una persona decide trabajar en exceso. Una de ellas puede ser evitar estar en su casa."Este tipo de workaholics se convierten en proveedores económicos con tal de no enfrentar las angustias y desafíos propios del hogar, como la orientación y educación de los hijos y la convivencia con la pareja. Hay otros cuyos rasgos obsesivos y su perfeccionismo compulsivo no les permiten abandonar las tareas con tal de cumplir con sus altos estándares y autoexigencias. El especialista consultado enumeró los daños que conlleva esta adicción para el workaholic, tanto físicos y psicológicos como sociales. En el área física, nos podemos encontrar con trastornos de los patrones del sueño, malos hábitos alimenticios, hipertensión, contracturas musculares y todo aquello que puede estar asociado al tipo de actividad específica. Por ejemplo, irritación ocular en personas que trabajan mucho tiempo frente a su computadora. Con respecto a los trastornos sociales, pueden tener problemas con su familia y con su pareja en tanto no les dedican el tiempo que requieren: aislamiento social, inhibición de los espacios de intimidad, etc. En el área psicológica, hay sentimiento de culpa, ansiedad e irritabilidad constante cuando no están trabajando, estrés constante, duermen excesivamente durante el fin de semana "para recuperarse". Estas personas tienden a olvidar que el trabajo es un medio para vivir y no lo contrario. Pero trabajar en exceso no sólo es malo para el individuo, sino que tampoco termina siendo ventajoso para la empresa en la que el workaholic se desempeña. "Aparentemente lo es en el corto y mediano plazo, dado que trabajan excesivamente y esto le resulta ventajoso a la corporación. Sin embargo, a la larga, la probabilidad de que estas personas desarrollen alguna patología física o psicológica o tengan alguna problemática familiar -como por ejemplo, un divorcio- es muy alta y esto afectará su desempeño laboral. Un empleado que puede equilibrar las actividades laborales, familiares y personales siempre será un empleado que va a rendir más a largo plazo, cumpliendo la máxima freudiana planteada al inicio sobre las características de una persona feliz: el que ama y trabaja", indicó Nagy. 

Efectos del abandono materno

http://www.cucurrucu.com/efectos-del-abandono-materno/index.html

La madre es la primera que asegura al niño los cuidados físicos y psíquicos necesarios para su evolución adecuada. Si las necesidades instintivas mínimas no se satisfacen el niño empezará a vivir en un estado de carencia y frustración, que le obligará a “buscar” defensas ante un mundo que experimenta como amenazante. Incluso por captar de manera emocional un rechazo antes del nacimiento. El rechazo prenatal es una fuente de actitudes de “abandono” que influirán en la personalidad del niño. En el lactante este sentimiento de abandono puede vivirse por no ser alimentado por la madre. Esto sucede porque el niño se separa de la madre antes de que llegue a sentirla como algo distinto-a-sí-mismo. La percepción de la madre como figura distinta-a-sí-mismo, ocurre entre los 4 y 8 meses, por lo que cualquier interrupción de la relación madre hijo-antes de ese periodo, tendrá repercusiones. Cuanto más temprano (en los primeros meses de vida) se interrumpa esta relación, peor será. Otros estudios han relacionado la influencia de una alimentación al pecho y una alimentación artificial con la aparición precoz del asma y de algunos tipos de ezcemas. Otro tipo de semicadencia puede sentirla el niño al incorporarlo precozmente a una institución de cuidados o pedagógica. Encontrar soluciones para esto no es nada fácil. Muchas veces se busca solución intentando compensar esta separación en las horas de contacto. Sin embargo, la hiperprotección que muchas madres crean al intentar compensar estas separaciones, provoca una reacción ansiosa y asume un valor de estrés sensorial. Con la relación inadecuada en los primeros momentos de vida del niño por no dar el amor que es necesario en ese momento, porque la relación madre-hijo no es la adecuada nos arriesgamos a la aparición de respuestas afectivas de tipo depresivo en el niño como fobias, obsesiones, inhibiciones, estados maníacos, alteraciones del sueño y de la alimentación, inestabilidad y aburrimiento.

El dolor del Rechazo

http://www.tiempodevictoria.com.ar/estudios/ayuda/11

Las relaciones conflictivas familiares no sanadas, no sólo hieren a la persona sino a todo el grupo familiar y más aún, serán como polo de atracción que permitirá la repetición de conductas conflictivas con la futura pareja y con los propios hijos. El rechazo puede ser: Manifiesto o encubierto. Algunas manifestaciones del rechazo manifiesto son: • Expresarle abiertamente que no fue deseado; Aún decir a veces, cuáles fueron los intentos de aborto. Por ej. Él vino “de rebote” o “por accidente” o para reemplazar la pérdida de otro hijo. • Expresar abiertamente que es inútil, o tonto, o que no se puede comparar con su/s otro/s hermano/s que son buenos, brillantes, exitosos. • Decir en toda ocasión posible que esperaban y deseaban un hijo de otro sexo. • Agresiones verbales y/o físicas que crean temor e inseguridad. • Rechazo manifiesto por una incapacidad del hijo. • Padres que abandonan el hogar y no tienen más contacto con el hijo. En cuanto al rechazo encubierto como lo expresamos: es más difícil de reconocer y enfrentar porque es más sutil, aunque igual de destructivo que el anterior. Algunas de sus manifestaciones: • Padres ausentes por actividades de interés personal. Influencia de la problemática actual de muchas horas de trabajo donde la ausencia es sentida como abandono y rechazo por parte del niño. • Sobreprotección. Actitud de los padres ante una discapacidad ya sea física o mental. Lo incapacita para enfrentar las exigencias de una vida adulta. Hacen todo por los hijos, confirmando así que el hijo es un inútil, incapaz. Problema del hijo único donde todos los afectos (amor, odio, exigencia, etc. etc.) son colocados sobre él. • El recibir amor está condicionado con lo que se hace u obtiene, no es amado por sí mismo, por lo que él es. Ante determinadas situaciones se “quita” el amor, la aceptación. • Padres sobreexigentes, rígidos, con disciplina muy estricta que el pequeño no entiende pues puede exceder a su capacidad de comprensión. • Padres muy permisivos, incapaces de poner límites adecuados lo que crea inseguridad. • Muerte de uno o ambos padres.

Convertirnos en padres y madres de nuestros hijos

Extraido de “La sociedad de los hijos huerfanos” Por Sergio Sinay

Crear una vida, traerla al mundo es acaso el acto humano que requiere un más consciente, maduro y acabado ejercicio de la responsabilidad. Si responsabilidad es la facultad de responder (de cuerpo presente, con actitudes y acciones) ante las consecuencias de los propios actos, decisiones y elecciones??, no puede estar más claro hasta qué punto esto es crucial cuando el fruto de ese acto, de esa elección y de esa decisión es un hijo. Todos los hijos son elegidos. Algunos desde el amor y la responsabilidad consciente. Otros desde el descuido, desde la desidia, desde la manipulación, desde el egoísmo o desde la más absoluta negligencia. No hay forma de no elegir, ni en éste ni en cualquier aspecto de la vida. Sólo los animales ignoran el sentido de sus actos. Estamos afortunadamente atrapados en las redes de la consciencia y, aunque apaguemos su luz, nunca podremos eliminar lo que ésta ilumina cuando se enciende. Somos libres porque elegimos, y elegimos aunque nos neguemos a aceptarlo y prefiramos transferir la responsabilidad. Sin embargo, la responsabilidad es siempre intransferible. Los hijos no vienen a este mundo a satisfacer a los padres, ni a cumplir deseos frustrados o postergados de éstos, ni a ser aplicados actores de guiones ajenos, ni a llenar vacíos existenciales de papá o mamá, ni a ser compañeros de padres solitarios, ni a convertirse en instrumentos funcionales de competencias o rivalidades que sus progenitores dirimen con quien fuere que lo hicieren, ni a ser compañeros de aventuras de sus papás y mamás, ni a dar lustre a un apellido o continuidad a una costumbre familiar. Los hijos vienen a cumplir un propósito único e intransferible, a desarrollar una vida propia, a convertir en actos las potencialidades que se encierran en su ser. Se dice que en la semilla está el árbol y que esa semilla sólo necesita un suelo fértil, riego y paciencia. En ella está todo lo que el árbol será. Los árboles que son los hijos necesitan no ser desvirtuados, ser atendidos, necesitan tutoría para crecer. Ni ser dejados al azar para que los destruya la primera tormenta, ni ser podados al punto de que la poda sea una mutilación. Somos los arcos para que nuestros hijos, flechas vivientes se lacen al espacio??. Ser un arco es mantenerse firme. Sólo así la tensión del lanzamiento será la conveniente. Ser padres significa trabajar de padres. De lo contrario somos meros reproductores, condición que compartimos con conejos, o con cualquier ser viviente. No se trata sólo de inseminar, gestar y parir. Eso es lo más sencillo y lo que incita a la confusión. Creemos que lo “normal” y “natural” es ser padres. Es erróneo. Ser padres es, en cambio, convertirse en educadores, rectores, referentes, acompañantes, sostenedores, limitadores, legisladores. Sólo asumir con responsabilidad y consciencia la función parental puede hacer que los vínculos paternal y filial se transformen en relaciones de amor, de verdadero amor. Cuando los padres se sirven de un hijo ya sea a través de la manipulación, de la indiferencia, de la ausencia, de la adulación o del miedo, poco harán para construir el puente del amor y aunque los preceptos manden a ese hijo a respetar a sus padres, jamás podrán obligarlo a amarlos. Si no se acercan a su hijo para conocerlo de verdad, para tomar consciencia plena de su individualidad, para asistir de manera activa, protagónica, y al mismo tiempo objetiva, al desarrollo y la consagración de esa individualidad, poco habrán trabajado los padres para amar de veras a su hijo, para hacer del amor algo más que una declaración formal, confusa y obligada. Dos grandes interrogantes se presentan de una manera u otra a todos los padres: ¿Qué clase de ser humano quiero que sea mi hijo? y ¿Qué es lo que puedo hacer para lograrlo? Sus respuestas, como padres, significan la base de su diseño, su proyecto para hacer seres humanos…humanos. Todos los padres tienen respuestas a estas preguntas, ya sean claras, indefinidas o dudosas, pero las tienen”?. Muchos padres y muchas madres dudan, temen, se ven rodeados de interrogantes que acaso jamás tendrán respuestas, pero lo hacen. Algunos de esos padres viven bajo el mismo techo, son la misma pareja que inició el viaje. Otros se han separado y aún así están presentes porque han entendido que las parejas se divorcian pero los padres jamás se separan de sus hijos cuando son conscientes de su función. Separados o juntos no es la cuestión y no puede ser una excusa. Se trata de estar con los hijos que se eligió traer a la vida. Y se trata de ayudarles a ser individuos plenos. El mayor logro de la maternidad y de la paternidad, la certificación indudable de que la misión ha sido bien cumplida consiste en dejar de ser necesitados por nuestros hijos, en que, habiendo alcanzado el desarrollo de sus propias condiciones e instrumentos, ellos vengan a nosotros por amor, simplemente para compartir y celebrar el encuentro, y no por necesidad, por incapacidad, por confusión emocional respecto del vínculo que nos une. Para alcanzar este logro antes debemos estar muy cerca, muy presentes, muy activos, muy decisivos. La suavidad y la firmeza sólo funcionan junto al compromiso. Cuando nos hacemos padres y madres, una nueva vida comienza para nosotros. El resto de nuestra vida. Tendremos todo ese tramo por delante para ejercer el compromiso y la responsabilidad, para darles forma y para construir el amor. Habrá idas y vueltas, habrá luz y penumbras, habrá errores y aciertos. Lo que no puede haber, definitivamente, es deserción, abdicación y ausencia. Cuando esto ocurre nos convertimos en gestores, encubridores y cómplices de un modelo social abyecto, obscenamente materialista, centrado en el egoísmo y en el beneficio a cualquier costo, vacío de sentido. Un modelo social que hoy se alimenta de una manera perversa de nuestros hijos. Esa es la sociedad de los hijos huérfanos. esos hijos viven la peor de las orfandades. Aquella en la cual sus padres están vivos. Padres vivos e hijos huérfanos es la peor ecuación imaginable. De nadie más que de nosotros, los adultos, los padres, depende cambiar este modelo para hacer de la relación entre padres e hijos, entre adultos y jóvenes, algo más que un accidente biológico. De nosotros depende, sin demoras y sin excusas, transformarla en una construcción de amor, de respeto y de sentido.

La polémica confesión de Ricardo Fort sobre el día que murió su padre

28/2/2012 http://www.ciudad.com.ar

Esta tarde, el empresario chocolatero estuvo en Este es el show y sorprendió revelando un secreto jamás contado sobre las últimas horas de su papá con vida. Ricardo Fort estuvo esta tarde en Este es el show, el ciclo que conducen Denise Dumas yJosé María Listorti por El Trece, y realizó una sorprendente confesión. El empresario relató la historia familiar jamás revelada sobre la muerte de su padre, Carlos Fort. “Voy a contar algo que no se si debería, me van a matar muchos por esto. Mi padre tenía una relación con una mujer y fallece estando con esta persona. Esto jamás se dijo”, aseguró Ricardo. Listorti quiso pasar en limpio y le preguntó si su papá había fallecido manteniendo relaciones sexuales con su amante. Fort no lo dudó: dijo que sí.
“El desaparece cuatro días, nadie sabía dónde estaba. No había rastros de él, no había llamadas. Pensamos que era un secuestro, pero no había señales de nada. Buscamos por todos lados y lo encuentran en la morgue”, continuó. Y ahondó: “Se ve que cuando veía a esta persona dejaba el auto en el estacionamiento, se cambiaba de ropa más sencilla, sin documentos y sin nada”. “No conocí a esta mujer. Se veían en un departamento que tendría la persona esta. Mi mamá se enteró en ese momento. Mi padre, para ocultar su identidad ante esta persona, se hacía llamar Ricardo; esto está en el expediente”, aseguró el empresario. “Me golpeó mucho, porque podría haber elegido cualquier nombre”, concluyó Fort.

Fort, marcado a fuego por una frase de su padre
26/12/2012 http://www.minutouno.com

"No voy a negar que de vez en cuando pienso en mi padre y me pongo a llorar. O sea que algo de todo ese dolor me ha quedado. Jamás podría repetir sus errores con mis hijos. A mí, mi padre me decía que era un incapaz. No me daba cariño, no me daba amor. En cambio yo a mis chicos los abrazo todo el tiempo y me las paso diciéndoles: 'Vos vas a ser mejor que papá, más inteligente, más importante'. Y mi padre me decía que no iba a llegar a nada. Pero no lo hago porque él me decía eso a mí, sino porque me sale así de corazón", completó. Por último, aseguró que hoy no necesita de la aprobación de nadie: "La única pregunta que me hago es: '¿Qué pensaría mi padre si pudiera verme ahora?'. Tal vez se moriría de nuevo. Pero quizás, al ver que hice una obra de teatro y que tengo mi propio programa de televisión, se sentiría orgulloso de mí. Igual, ya no necesito su aprobación. Además, los tengo a mis dos hermanos para criticarme: son iguales a él". 

El último mensaje de Fort: "Quiero disfrutar la vida"

15/11/2013 subrayado.com

El viernes pasado grabó un video desde la clínica y expresó cariño a sus fans. Dijo que pretendía estar 100 puntos.  "Estoy acá en la clínica de la Trinidad. Me vine 15 días de spa para que me mimen, me cuiden, me den de comer cosas ricas, y los médicos me curen todo lo que tengo que curarme y salir 100 puntos para después disfrutar la vida", resumía así el empresario argentino.
"Les mando un beso enorme a todos mis fans, a toda la gente que me quiere, los quiero y gracias por seguirme". Fort venía sufriendo desde hacía varios meses intensos dolores que en muchas ocasiones calmaba mezclando morfina en una copa de champagne. En una de las últimas intervenciones que le hicieron, le implantaron 32 tornillos de titanio y dos varillas, según detalla Teleshow. Quizás estos dolores lo llevaron a decir en varias oportunidades que él iba a morir joven como Elvis Presley, que falleció a los 42 años.

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