martes, 26 de marzo de 2013

Hinchas de Verdad

Inglaterra aplicó un modelo firme que Uruguay no se decide aún a seguir
10/03/2013 elobservador.com.uy 

La noticia que trascendió esta semana de que el Ministerio del Interior entregó entradas de favor a las hinchadas de Nacional y Peñarol para tres partidos por las eliminatorias para el mundial Brasil 2014, pone en entredicho la actuación de las autoridades en su meta de erradicar la violencia en el fútbol, instituciones hacerlo. El Ministerio del interior justificó suerradicación de la violencia en el deporte”. Hechos como este, se suman a promesas que tardan en cumplirse como la identificación de los violentos para impedirles el ingreso y permanencia en los escenarios deportivos. Mientras que en Inglaterra las autoridades no titubearon
en aplicar políticas de mano dura, en Uruguay se siguen tomando tibias medidas. A partir de 1990 se prohibió el ingreso de por vida a los estadios de los hinchas violentos y se estableció la pena de cárcel para los fanáticos que violaran las leyes, entre ellas la prohibición del porte de armas y el consumo de alcohol o drogas en los escenarios deportivos. Las medidas judiciales no se hicieron solo para los violentos. Por ejemplo, si las autoridades capturaban en el metro, un tren o un avión a un ‘hooligan’, o a un grupo de ellos, la empresa transportadora recibía multas y sanciones. Agentes especiales se infiltraron en las barras para identificar a los violentos y su manera de actuar. Así armaron una lista de 5.000 barra bravas a los que les prohibieron el ingreso a los estadios. Una medida clave fue darles carnet a todos los integrantes de las barras bravas para identificarlos y para saber si tenían antecedentes judiciales y en ese caso impedirles la entrada a los estadios. Los equipos profesionales de fútbol crearon sus propios grupos de seguridad, para disminuir la presencia de la policía uniformada en los estadios. Instalaron cámaras y un sistema de identificación de hinchas con lectores de huellas dactilares. Se instalaron asientos personales en todas las tribunas, que permitía la mejor identificación de los hinchas. La Federación Inglesa dio un plazo de nueve años a sus clubes para que sus escenarios deportivos cumplieran con la norma. El gobierno de Inglaterra otorgó créditos a los clubes para financiar las medidas de seguridad y además propició la vinculación de las empresas privadas para ofrecer patrocinios, así como de la televisión, que empezó a transmitir los partidos de forma masiva. Ante el creciente fenómeno de violencia en el deporte en 2006 se aprobó la ley 17.951 que creó la Comisión Honoraria para la prevención, control y erradicación de la violencia en el deporte que funciona en la órbita del Ministerio del Interior. El Protocolo de seguridad fue firmado en 2008, por los ministerios del Interior y de Deportes, la Asociación Uruguaya de Fútbol y la IMM. El primero de esos compromisos dice: “No distribuirán entradas gratuitas a los particulares”. En caso de comprobarse la violación a esta disposición los responsables y la institución involucrada deberán ser sometidos a los órganos jurisdiccionales de la AUF”. Esta semana se conoció que el Ministerio entregó entradas a hinchas de Nacional y Peñarol.
sobre todo
porque el propio protocolo que en 2008 firmaron los ministerios de Deporte e Interior con la Asociación Uruguaya de Fútbol y los clubes, prohibe a las

actuación al señalar que se hizo para favorecer a las hinchadas que “venían en un proceso de readaptación” aunque luego una fuente de esa secretaría de Estado dijo que “esa gente no cambió” y que se cortaba la práctica de ahora en más. Por medio de un comunicado afirmó que se buscaba “un compromiso y un gesto de convivencia que contribuía a la

Comenzó “Hinchas de verdad”, campaña multimedios para prevenir la violencia en el fútbol 
22.02.2013 uruguaysustentable.com.uy

Con motivo del inicio del Campeonato Uruguayo de Fútbol, los ministerios del Interior, de Deporte, y la AUF realizaron el lanzamiento de una campaña multimedios destinada a prevenir la violencia en el fútbol. El objetivo es apelar a la convivencia pacífica y diferenciar un hincha de un violento. Las autoridades coincidieron en la importancia de reivindicar los valores de un deporte que es parte de la cultura del país. El lanzamiento de la campaña de prevención de la violencia en el fútbol “Hinchas de verdad” contó con la presencia de los titulares de las carteras de Turismo y Deporte, Liliam Kechichián, y del Interior, Eduardo Bonomi, el presidente de la AUF, Sebastián Bauzá, los presidentes de las instituciones deportivas de primera división del fútbol uruguayo, autoridades de la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales y futbolistas referentes de los clubes que participan del Campeonato Uruguayo. En la ocasión se exhibió un spot televisivo y se emitió el corte para radio; también se mostró la cartelería que completa esta campaña. La iniciativa está dirigida a resaltar a los verdaderos protagonistas que cada fin de semana acompañan a su equipo más allá del resultado deportivo. El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, explicó que este no es el inicio de una campaña contra la violencia, sino la continuación de un trabajo ya existente que continúa con el lanzamiento de estos spots publicitarios. Recordó que desde el año 2010, con la creación de Pelota al Medio a la Esperanza, se comenzó a trabajar con adolescentes en el cambio de actitud de la población frente al fútbol. Agregó que la violencia en el deporte es una expresión de la violencia que se vive en todos los ámbitos de la sociedad, por lo tanto, es necesario combatir la violencia en su completa expresión. Para ello es necesario que este trabajo se realice a partir de un cambio cultural de la población. La ministra de Turismo y Deporte, Liliam Kechichián, considera que muchas veces el sentido de pertenencia a una institución lleva a canalizar las expectativas y frustraciones a través de la violencia. En tal sentido, dijo que es necesario reivindicar los valores, apelando al fútbol como parte de nuestra idiosincrasia. Recordó que el fútbol se trata de una actividad que de una u otra manera nos involucra a todos los uruguayos, ya sea como jugadores, hinchas, espectadores o trabajadores de este rubro. Kechichián aspira a que este Torneo Clausura del Campeonato Uruguayo de Fútbol “sea una pasión sin violencia que nos ayude a mejorar ese Uruguay que tenemos que construir entre todos y que tiene al fútbol como parte de sus pasiones, su ocio y su recreación”. 

El fútbol sigue siendo el deporte que más sufre la violencia de los aficionados 
8/3/2013 la sexta.com

Desde hace muchos años, la violencia suele estar presente en las principales disciplinas deportivas, y en muchos casos, esa violencia se ha trasformado en agresiones que han estado a punto de costarle la vida a más de un deportista. Un ejemplo de ello fue Mónica Seles, que sufrió una puñalada en 1993 mientras estaba sentada en su banco. Un aficionado se lanzó a la pista de juego y apuñalo a la tenista. Desde ese momento, las medidas de seguridad se endurecieron en el tenis, ya que se estableció un perímetro de seguridad. Otro caso que conmociono a los amantes del deporte fue el que sufrió Neil Lennon, entrenador del Celtic de Glasgow en el 2011. Un aficionado del equipo contrario salto al terreno de juego y se lanzó por el técnico del equipo escocés, siendo reducido al instante por los efectivos de seguridad. 
El fútbol sigue siendo a día de hoy el deporte más maltratado por la violencia, ya que los campos de fútbol son los recintos más complicados de proteger. Fuera de los estadios de fútbol, la seguridad corre a cuenta de empresas privadas, pero en muchas ocasiones, fallan los dispositivos de seguridad, provocando enfrentamientos entre aficionados o lo ocurrido con Rudy Fernández tras el partido ante el Zalgiris Kaunas. 

La violencia en el fútbol no es del futbol 
03/03/2013 goal.com 

Hooligans ingleses que odian a los alemanes; skindheads alemanes que odian a los judíos y los turcos. Ultras Sur del Real Madrid que odian a los extranjeros, fascistas de Lazio que odian a los negros. Odio, odio y más odio. El alimento de la violencia que recorre los estadios europeos no parece ser tan fuerte en América Latina, pero el fútbol de nuestro continente está salpicado cada vez más con hechos de barbarie. Desde las temidas barras bravas argentinas hasta las porras agresivas que están creciendo en México, casi todos los campeonatos americanos la sufren: muertos en Colo Colo - Universidad de Chile, disparos en Alianza Lima - Universitario, destrozos en América - UNAM... Ningún torneo está exento de este mal. Ligas con menor potencial como las de Venezuela, El Salvador o Ecuador ya empezaron a conocer de cerca la cara de la violencia en sus propias tribunas. Pero, si en Hispanoamérica prácticamente no existe el odio racial, religioso ni político, ¿qué sentimientos alientan estas conductas en las barras? Aunque los grupos de choque de las hinchadas no se encuentran enfrentados por la política, como los europeos, sí sirven y se sirven de ella. Los integrantes más duros son apañados por políticos que les facilitan "empleos", viajes y demás prevendas mientras los utilizan como fuerza movilizadora de sus campañas. En otros casos, la marginación social, la falta de horizontes y el hostigamiento policial causan en muchos de sus integrantes la sensación de que “todo está perdido”. Y quien no tiene metas tampoco sigue un camino. En medio de la corrupción, como dice el tango Cambalache, “da lo mismo el que labura, noche y día como un buey, que el que vive de los otros, que el que mata, que el que cura o está fuera de la ley”. ¿Qué le van a hablar de Fair Play a un hombre sin trabajo, desplazado de todo bienestar social? Si en una sociedad se impone el mensaje enfermizo de que lo único que vale es el éxito a cualquier costo, este sujeto encuentra en la barra el único elemento de identificación, de pertenencia, de inclusión. Esa mimetización con los colores dentro de los grupos radicalizados de las barras le hace sentirse alguien a través de la violencia, pero no es el fútbol, el deporte, el generador de estas conductas. La violencia está en las favelas de Río de Janeiro, en las calles de Medellín, en las noches de México, en los trenes de Buenos Aires. No es propiedad de los estadios, y mucho menos su producto. El fútbol es una fuente de alegrías, de estética, de vida sana, no de conductas delictivas. Por eso las autoridades se equivocan cuando hablan de “erradicar la violencia en el fútbol” mientras ese misma violencia sigue creciendo en las bases de la sociedad. Aunque parezca sólo una discusión semántica, el tema va mucho más allá: la violencia en el fútbol no es del fútbol.

Violencia en el básquetbol, fallos y antecedentes históricos
http://sergiopalay.wordpress.com/2012/12/29/violencia-en-el-basquetbol-fallos-y-antecedentes-historicos/

“Mirá, mirá mirá, Se armó, se armó lío” esa suele ser la frase que comienza a circular en la tribuna cuando se detecta el comienzo de los incidentes. Lo cierto es que la definición de la palabra lío indica desorden o confusión algo muy benévolo para algunas situaciones. Lamentablemente en Uruguay, y ya no sólo en el básquetbol, parece existir un pacto tácito que indica que si el lío fue enorme pero no hubo heridos de gravedad, es como una gracia y hasta se cuenta años después como una hazaña el haber participado o salido ileso del mismo. Sin embargo, cuando aparecen víctimas todo el mundo parece tomar momentaneamente conciencia. Los problemas en el deporte no son de ahora En la temporada 1999-2000 todos nos aprontábamos para volver a ver a Welcome campeón. A Cilindro lleno se jugó el último encuentro en el 6 de abril del 2000. Se esperaba un partido parejo pero Welcome apabulló. En los minutos finales se notaba un clima enrarecido. Algunos fallos polémicos en contra de Aguada encendieron la mecha. El juego no terminó. El 79-63 fue el score oficial de un partido que se suspendió antes del final. Las butacas comenzaron a volar, los palos a revolearse y aunque en momento todo pareció calmarse, era tan sólo el ojo del huracán. Corridas y coraceros que comenzaron a repartir a diestra y siniestra. Gente tirada en el suelo, vidrios rotos, sangre y heridos. El lío le costó a Aguada una más que severa sanción que incluyó la quita de 2 puntos y el no poder jugar en su cancha por casi una temporada y media, lo que a la larga repercutió en el descenso en la temporada 2002. No menos lamentable, fue lo que sucedió el 20 de agosto del 2007 en el escenario de la calle Galicia. Por el Torneo Metropolitano Bohemios venció a Cordón 109 a 97. Tras finalizar el encuentro fue agredido el entonces jugador de Bohemios Diego Pereyra. Se produjo un tumulto entre los que quería separar y los que querían seguir. En ese interín mientras los jugadores albumarrones subían al bus que los transportaba fueron apedreados. Pero lo peor fue cuando Mauro Mainentti intentaba subir al bus, fue agredido con un taladro por parte de un parcial albiceleste, el jugador cayó y el ómnibus, que efectuaba una maniobra para salir, lo rozó con sus cubiertas produciéndole fractura de siete costillas y perforación de la pleura. Tras un largo período de recuperación el jugador volvió a las canchas, el agreso fue procesado con prisión y el club Cordón sancionado con quita de 5 puntos y 12 fechas de cierre de cancha. Los enfrentamientos entre Aguada y Goes siempre son considerados encuentros de riesgo. Es que el clásico máximo de nuestro básquetbol involucra a dos hinchadas muy coloridas y pasionales pero también revoltosas. En el Metropolitano 2008 Aguada y Goes disputaban las semifinales por el segundo ascenso el 2 de agosto. El partido fue vibrante y se decidió en la última pelota a punto tal que el americano de Goes Wilkerson convirtió un triple para ganar el juego pero que fue bien invalidado por haber realizado el tiro ya pasado de tiempo. Los de Goes saltaron a la cancha a festejar, pero los que realmente festejaron fueron los de Aguada. El encuentro, que era televisado en directo, terminó con serios incidentes (butacas, corridas, golpes de puño en la mitad de la cancha, heridos, etc) con el agravante de que varios protagonistas participaron. El 8 de mayo de 2009 el básquetbol uruguayo se vistió de luto. Dos jóvenes (uno de 17 y otro de 15 años) fallecieron tras una serie de incidentes producidos en los alrededores de la cancha del club Aguada en momentos en que jugaban 25 de agosto y Nacional por el Metropolitano. Cuando hinchas de 25 de Agosto se dirigían a la cancha, se cruzaron con Rodrigo Nuñez , jugador de formativas que vestía la camiseta aguatera. “Aguante 25 de agosto y Peñarol”, dijeron los hinchas a lo que Núñez respondió: “Aguante Aguada y Nacional”. Momentos después caería al piso víctima de una puñalada letal. Esta agresión fue la que provocó los enfrentamientos que desembocaron en la muerte de Rodrigo Barrios Aranda, quien fue víctima de un balazo en la espalda proveniente del interior de un vehículo. Tres años después del hecho no se conocen responsables. Los clubes participantes no sufrieron sanciones de entidad. Muchas veces se piensa con cierta lógica que es el que pierde el que arma lío. Esto no puede aplicarse a lo sucedido en el encuentro entre Atenas y Trouville. Un problema con el tablero electrónico había hecho que el juego se suspendiese a falta de 47 segundos con el marcador empatado. El mismo se reanudó el jueves 24 de febrero de 2010 en horas de la tarde. No anotaron, yendo al alargue donde Atenas venció 97 a 90 forzando el quinto juego de la serie. A la salida del encuentro un hincha de Trouville (Luciano Fernández) se cruzó con su auto ante un grupo de hinchas de Atenas que le patearon el vehículo. El conductor se bajó y fue agredido a golpes por 5 personas que le dejaron ensangrentado y con pérdida de conocimiento en el piso. Uno de los casos que más ha conmocionado Welcome vs Cordón, el día que perdieron todos El 14 de diciembre Cordón recibía en su cancha a Welcome en un partido caliente por el descenso. Los albicelestes ganaban el juego y alcanzaban a su rival en la clasificación, quedando un punto por encima de Tabaré y cinco por sobre los hasta ese momento descendidos (el fallo vuele a darles posibilidades deportivas) Nacional y Larre Borges. Sin embargo, lo que pasó después tuvo repercusiones inesperadas. Al terminar el encuentro, un grupo de parciales de Cordón que había permanecido dentro de la cancha con el rostro tapado salieron en persecución de los de Welcome. Una serie de corridas, disparos y lo peor. Dos hinchas de la W heridos y una chica, Soledad Barrios de 29 años, que salio a su balcón a velar por su vehículo que estaba estacionado, que recibe una de las balas (aún no se sabe si perdida o no) y cae muerta. Ante los hechos de violencia en el básquetbol al menos vemos con buen tino que hinchas, dirigentes, periodistas y hasta levemente las autoridades asumen parte de la responsabilidad. El tema es que todas piensan que su responsabilidad es la más pequeña y hasta que no cambiemos eso difícilmente avancemos.

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