jueves, 6 de noviembre de 2014

Enfermedades como arma


Frases:

“Todos quieren la paz, y para asegurarla, fabrican más armas que nunca” Antonio Mingote

“Las epidemias han tenido más influencia que los gobiernos en el devenir de nuestra historia.” George Bernard Shaw

¿Qué se entiende por “Arma Biológica”?
http://filoblog615.blogspot.com/
Un arma biológica consiste en un microorganismo que ha sido alterado para producir enfermedades a personas, animales o plantas. Para este tipo de prácticas se escogen organismos con una alta capacidad de reproducción y capaces de causar un efecto destructor en su víctima.  El uso de armas biológicas en las guerras no es una práctica reciente. A lo largo de la historia, se han producido numerosos intentos de extender enfermedades entre los soldados o la población enemiga. Las más primitivas, no muy efectivas, consistían en recoger a víctimas o fallecidos por la peste y llevarlos a tierras enemigas para que extendieran la enfermedad. También era frecuente el envenenamiento de pozos, o el lanzamiento de animales en proceso de putrefacción a reservas de agua para trasmitir microorganismos. Uno de los intentos más famosos y despiadados ocurrió en el siglo XVIII cuando la armada inglesa repartió mantas usadas por ingleses enfermos de viruela a los nativos americanos, creando una epidemia que acabó con la vida de 100.000 personas. Sin embargo, la guerra biológica alcanzó su máximo grado de sofisticación en el siglo XX, gracias a la microbiología moderna.



La enfermedad como arma
Web de revista Discovery Dsalud edición Nº 114 3/2009
Muchas de las enfermedades que hoy nos aquejan se crearon en los laboratorios como posibles armas. Y otras simplemente para vender fármacos que contrarrestaran sus efectos. Hablamos de un gigantesco y vergonzoso negocio en el que hay implicados gobiernos, políticos, multinacionales, etc. Jeanne Cono -del Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos, entidad ligada al Ejército- reconocería de hecho en un vídeo promocional emitido hace apenas unos años que “la idea de usar la enfermedad como un arma llegó a un nuevo nivel de sofisticación a comienzos de los años 30 con el Programa Nacional de Guerra Biológica que fue puesto en marcha para contrarrestar el activo programa japonés que desarrolló entre 15 y 20 agentes capaces de generar enfermedades, con el ántrax como prioridad. Estados Unidos comenzó pues con estos programas –se justificó- en previsión de que tanto Alemania como Japón tomaran la delantera”. El Programa Nacional de Guerra Biológica norteamericano comenzó oficialmente en 1941; así lo apuntan al menos los documentos y memorandos oficiales. Y el encargado de dirigirlo sería George W. Merck, presidente de la Corporación Merck, uno de los actuales gigantes de la industria farmacéutica.
Ahora bien, si ha habido un país que ha destacado en el pasado en ese campo fue la Alemania nazi. Está ampliamente documentado que en los campos de concentración alemanes se experimentó con muchas de las personas allí encerradas. Tanto para saber los efectos de los microbios patógenos y los de las radiaciones como los de las técnicas psicológicas y biológicas de control mental. Es de dominio público. Lo que en cambio ignora la mayoría de la gente es que a buena parte de esos biólogos, médicos y psiquiatras se les ofreció tras el Proceso de Nuremberg la amnistía -a pesar de sus crímenes- si accedían a trabajar para el Gobierno estadounidense. Y la mayoría aceptó. El proyecto se conocería como Paperclip y actualmente se sabe que uno de sus máximos gestores fue el ex Secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger. Por su parte, el complejo fármaco-biológico IG Farben –propietario de la multinacional farmacéutica Bayer- fue financiado desde el principio por una empresa de la familia Rockefeller, la Standard Oil, lo que liga a las industrias petroleras y farmacoquímica.  Es más, Allen Dulles, posterior Director de la CIA, trabajaba para Rockefeller y era el contacto en Alemania con IG Farben. Pues bien, ya en 1951 Erin Traub -jefe del programa de armas biológicas de Hitler- trabajaba para el Departamento de la Marina investigando 40 cepas de virus muy contagiosos. En suma, las conexiones entre la industria farmacéutica, el nazismo y determinados gobiernos se asentaron en aquélla época. Pero volvamos a las confesiones de la portavoz gubernamental Jeanne Cono. Ésta, en el video ya mencionado, cuenta que en 1953 Estados Unidos comenzó un programa “ofensivo” de guerra biológica con “unos medios modestos” en las instalaciones de Fort Detrick, cerca de Maryland (EEUU) al terminar el cual “se desarrollaron siete agentes incapacitantes, incluido el ántrax”. Sin embargo, el libro La historia de Fort Detrick, escrito por el que fuera Relaciones Públicas de las citadas instalaciones, Norman Covert, demuestra que no eran precisamente “humildes”. En sus 500 hectáreas de extensión trabajaban ¡300 científicos y 250 microbiólogos -40 de ellos catedráticos- así como 150 especialistas –entre ellos matemáticos y patólogos- además de otras 1.000 personas cualificadas! Un buen ejemplo de lo que allí se desarrollaba es el Informe Montaña de hierro de 1963 sobre los peligros potenciales para el mundo de finales del siglo XX encargado a la Corporación Rand que aludía especialmente al problema de la superpoblación. “Para mantener la paz en el interludio hacia el nuevo milenio –se decía en él-  es preciso manejar el incremento de la población mundial”. ¿Y eso que significaba? Hubo quien lo entendió muy bien. Hombres como David Rockefeller y Henry Kissinger llegaron públicamente a manifestar pronto con frialdad y cinismo que “la guerra es necesaria para el progreso económico, político y social “. Agregando:“La guerra es imprescindible para la supervivencia del sistema tal y como lo conocemos hoy”. Solo que la guerra como “arma de despoblación” tenía que ser “mejorada” con otros agentes. En el citado y polémico informe se lee por eso lo siguiente: “Una alternativa viable para ir a la guerra podría ser generar una amenaza exterior de suficiente magnitud como para que la ciudadanía pida una reorganización y acepte lo que dicte la autoridad política”. También se buscó cómo eliminar pueblos sin destrozar sus infraestructuras. Y de hecho se desarrolló una bomba capaz de asesinar poblaciones enteras sin afectar sus edificios e instalaciones.
El conocido investigador Leonard Horowitz afirma haber descubierto memorandos secretos de carácter sanitario con ese mismo fin. Entre ellos un programa especial para difundir un virus causante de cáncer que data de 1962. Asevera que incluso llegaron a difundirse virus capaces de provocar leucemia, linfomas, tumores de mama, herpes, gripe, mononucleosis, meningitis… Microbios en cuyos experimentos se usó al principio como cobayas lo que tenían más a mano: ¡sus propios soldados! Y si le parece inconcebible sepa, por ejemplo, que una investigación del Congreso estadounidense revelaría que numerosas esposas de militares norteamericanos de tierra recibieron complejos vitamínicos que contenían uranio 239 y plutonio 241 altamente radiactivo provocando multitud de abortos y fallecimientos tanto entre ellas como entre sus bebés. Según esa misma investigación entre los años 1910 y 2000 se llevaron a cabo cerca de ¡20.000 experimentos! con población civil estadounidense. Por ejemplo, radiando a pacientes con uranio y plutonio ¡en hospitales! Y eso con el consentimiento de las “agencias de salud” del Gobierno norteamericano. Se sabe asimismo que en 1968 el Pentágono probó un arma biológica mortal ¡en el metro de Nueva York! ubicando personal en los hospitales para monitorizar los resultados. Como se sabe igualmente que en 1972 cuatrocientos norteamericanos de raza negra fueron infectados con una bacteria que provoca sífilis en un experimento que duró varias décadas, estaba dirigido por el Servicio Público de Salud y se bautizó como Tasquidee Experiment. Para Horowitz no hay duda: la decisión de despoblar África fue lo que llevó a la creación y difusión en ese continente de los retrovirus. Entre ellos, el Ébola y el VIH causante del Sida.

El síndrome respiratorio agudo (SARS)
Recordemos asimismo que en el 2003 el prestigioso epidemiólogo italiano Carlo Urbani, de 46 años, moría víctima del Síndrome Respiratorio Agudo (SARS), una “nueva” enfermedad provocada por un extraño virus que precisamente él mismo había conseguido “detectar” y gracias al cual se pudo atajar su propagación en Vietnam. Solo que el SARS es también conocido como “neumonía asiática” porque se caracteriza –otra “casualidad”- por afectar especialmente a los genotipos raciales “asiáticos”. De ahí que haya quien ha relacionado esta “nueva enfermedad” viral con el ya mencionado laboratorio de Indonesia. Es más, algunos afirman directamente que probablemente allí se desarrolló la gripe asiática que sería pues una enfermedad diseñada para atacar el ADN de la población de ese continente. Y si cree que se trata de fantasías le diremos que para el periodista Benjamín Fulford, ex editor de la conocida revista Forbes en Canadá, todo indica que el SARS forma parte de la guerra biológica para detener el poderío de los chinos. Se trataría pues de un “arma étnica”. Para Horowitz y el investigador Richard Preston el Ébola podría ser de hecho otra “arma “étnica”. Y se apoya para pensarlo en el hecho de que su área de influencia se circunscribe a la población africana. Ya en los años 80 del pasado siglo XX se dice en un esclarecedor documento titulado Revolución en los asuntos militares que se encargó al US Army War College que era hora de replantearse el tipo de armas del futuro. Y en él se habla directamente de desarrollar armas microbiológicas porque son igualmente mortales pero lo hacen lenta y disimuladamente. Armas que englobarían el uso de tóxicos químicos, biológicos y electromagnéticos, incluyendo “microorganismos modificados genéticamente” para hacer que la gente enferme. El informe explica incluso que para lograrlo era preciso usar todos los medios de comunicación de masas cuyo papel sería fundamental ya que había que conseguir que la gente adoptara nuevos estilos de vida incluyendo la “pastillización de la vida”. Es decir, que la gente se acostumbrara a tomar ¡pastillas para todo! Y que lo han conseguido es obvio. Hace apenas tres décadas casi nadie acudía a los farmacias y el número de enfermedades era infinitamente menor. La inmensa mayoría de la gente no tomaba fármacos. Hoy ingiere todo tipo de productos que no curan nada y encima tienen efectos secundarios tan graves que muchos pueden llevar a la muerte. ¡Y se considera normal! El citado documento avisa también de que evidentemente tales políticas “podrían tener la oposición de individuos no condicionados” -es decir, de personas que piensan por sí mismas- por lo que remarcaba que los medios de comunicación tendrían que cambiar los valores de la población condicionándolos para la adopción de esta nueva cultura de la enfermedad promovida por unas mentes pensantes englobadas en la corriente eugenista. Los autores de ese documento y quienes los desarrollaron fueron probablemente los mismos que inspiraron el nazismo y la corriente del ecologismo hoy en boga que sostiene que el ser humano es un problema para el ecosistema. Solo así se entiende que el Príncipe Felipe de Inglaterra, por ejemplo, afirmara en agosto de 1988 en una entrevista que concedió a la Deutch PressAgentur que “en caso de reencarnación me gustaría hacerlo como un virus mortal para contribuir a solucionar el problema de la superpoblación”.
Ya el famoso filósofo Bertrand Russel -defensor de la “selección de la raza humana”- escribió extensamente en El impacto de la ciencia en la sociedad acerca de cómo las vacunas con mercurio y otros tóxicos harían que la gente desarrollara “lobotomías químicas que los volverían zombis”; es decir, manejables y sumisos. Lo singular, según Horowitz, es que una de las razones de que todo esto haya sido posible es que se ha logrado hacer creer a la gente que vacunación (proceso artificial) es lo mismo que inmunización (proceso natural de protección cuando el organismo se expone a un agente). Siendo eso lo que ha permitido inocular todo tipo de virus a través de las vacunas. 


Se revela que el VIH sida fue creado en laboratorios militares por EEUU
http://progresismohumano.wordpress.c...res-por-ee-uu/
Por: Milton William Cooper Alto Oficial de la Inteligencia Naval Militar de EE.UU, división administrativa, que forma parte de la Corporación de Inteligencia de los Estados Unidos Teniente Col. Milton W. Cooper, revela que el Virus de Inmunodeficiencia Humana fue desarrollado en instalaciónes biológicas militares de la base de Fort Detrick en 1972 por el Departamento de Defensa y el Pentágono, como parte del Proyecto MK-NAOMI, siguiendo una orden ejecutiva directa y dando cumplimiento a una Agenda global establecida por el Departamento de Estado.
Testimonio del analista de inteligencia y alto oficial militar :
Durante las conferencias que mantuve en Las Vegas Nevada EE.UU, di a conocer algunas cosas sobre la enfermedad del VIH, que he mantenido cerca de mí, en mi pecho. Se me reveló que el HIV/AIDS fue creado en laboratorios militares por EE.UU, para eliminar los elementos de la sociedad innecesarios y a la extensa población del Tercer Mundo, mientras estaba inscrito en la Seguridad y la Inteligencia Naval (ONI). Mencioné este hecho en mi artículo” El Gobierno Secreto . ” Ahora me permito publicar el resto de la información de carácter confidencial y aclaro que el gobierno y sus Agencias de Inteligencia desarrollaron el patógeno y también la cura o antídoto, los mismos que la mantienen en estricta reserva, bajo juramento de confidencialidad. VIH SIDA fue desarrollado en instalaciónes biológicas militares de la base de Fort Detrick de EE.UU. El primer estudio fue realizado en 1957, por científicos reunidos en Huntsville, Alabama. Ese estudio dio lugar al Proyecto “Alternativa 3″. Otro estudio fue realizado por el Grupo empresarial multibillonario más poderoso : El Club de Roma en 1968 con el fin de determinar los Límites del Crecimiento. El resultado del estudio fue que la civilización tal como la conocemos, se colapsaría poco después del año 2000, y los recursos naturales escasearían para las potencias hegemónicas, inclusive el mismo sistema capitalista estaría en peligro, a menos que la población se redujera gravemente, por algún medio. Varias Agencias Top Secret hicieron recomendaciones a la elite gobernante, por el Dr. Aurelio Peccei Director del Club de Roma, en ese entonces.
La recomendación principal fue el desarrollo de un microbio indetectable, casi invisible, que atacara el sistema auto inmunológico y por lo tanto hacer que el desarrollo de una vacuna en forma inmediata fuera imposible. Las órdenes dadas fueron desarrollar el microbio y también desarrollar una cura y profiláctico. El microbio podría ser usado contra la población en general y se introdujeron por vacunas administradas en complicidad por la O.M.S. Organización Mundial de la Salud y organismos de salud continentales, tanto en África, Sudamérica y Asia. El uso del profiláctico y antídoto iba a ser utilizado por la elite gobernante. La cura será administrada a los sobrevivientes, cuando ellos decidan que han muerto bastante gente y lo vean conveniente. La financiación se obtuvo del Congreso de los EE.UU., bajo el HB 15090 donde inicialmente más de $10 millones fueron destinados al Departamento de Defensa para producir, el arma “Un agente biológico invisible sintético que no existía de forma natural y para el cual ninguna inmunidad natural pudiera ser adquirida, posteriormente se incrementaron los fondos millonariamente, con fondos negros pertenecientes a las operaciones de Masones del Club de Roma. Banqueros y multibillonarios entre sus miembros , financiadores del proyecto. Dado que gran parte de la población seria diezmada, la elite gobernante también decidió orientar el agente hacia los “elementos indeseables de la sociedad” al exterminio. Los objetivos concretos fueron los hispanos, las poblaciones negras de África, la de escasos recursos, continentes con extensa población como la asiática y básicamente la extensa población del Tercer Mundo, llamada por esta élite Población Basura o de Deshecho. El continente africano fue inicialmente infectado a propósito con el patógeno, a través de la vacuna contra la viruela en 1977, por el fabricante de la empresa MERCK. La población pobre de los EE.UU. fue infectada en 1978 con la vacuna contra la hepatitis B, a través de los Centros para el Control de Enfermedades y el Centro de Sangre de Nueva York, Los Ángeles y San Francisco, también por el fabricante de la empresa MERCK. La orden fue propuesta por el Comité de Políticas Exteriores del GRUPO BILDERBERG, con sede en Suiza. También se les ordenó otras medidas, que se pueden corroborar más fácilmente con la política de despoblación de Haig y la de Henry Kissinger, que es dirigida y administrada por el Departamento de Estado y el Pentágono en todos los países. La necesidad para la creación y el despliegue de un virus letal como el HIV/AIDS, está completamente descrita en las decisiones de política de control de población de Estados Unidos, como una opción barata y está incluida en un estudio denominado Memorandum de Estudio 200 de Seguridad Nacional de 1974, escrito y presentado por Henry Kissinger en la mega- conferencia sobre control de la población, celebrada en Bucarest, Rumania.  El proyecto secreto se llevó a cabo en la base militar de Fort Detrick en Maryland EE.UU, en el Laboratorio P4, lugar donde fue desarrollado y perfeccionado. Fort Detrick ha sido el centro de programa de armas biológicas de los Estados Unidos entre 1943 hasta el presente, heredando a la vez toda la base de datos de armas biológicas de la Alemania nazi, creando una oficina para este propósito el Instituto de Enfermedades Infecciosas del Ejército

¿Qué hay detrás del brote de ébola? La “pista” Fort Detrick
14/8/2014 paginatransversal.com
El 4 de agosto de 2014, CNN lanzó la “exclusiva” diciendo que las autoridades estadounidenses ofrecían un tratamiento no probado en humanos para curar el Ébola. Además, informaron que el medicamento ya había sido administrado al doctor estadounidense Kent Brantly, afectado por esta enfermedad en África, y que los efectos en el paciente habían sido “milagrosos”. Luego se pudo conocer, por ellos mismos, que el medicamento era desarrollado por la compañía biotecnológica con sede en San Diego, EE.UU., llamada Mapp Biopharmaceutica, cuyo equipo científico trabaja con el ejército estadounidense en el Fort Detrick, y que hace un año inocularon el virus del Ébola a un grupo de monos.
El Fort Detrick, ubicado en Maryland (EE.UU.), es un centro de investigación biológica y de desarrollo de armas químicas que desde hace más de 50 años se dedica a detectar enfermedades mediante una “manipulada ingeniería de la infección”. Durante la Segunda Guerra Mundial, el Fort Detrick emprendió una intensa investigación sobre guerra biológica que estuvo supervisada por George Merck, un gran aliado de Hitler y presidente de una de las mayores industrias farmacéuticas de EE.UU. Y es que una de las tantas cosas que copió el gobierno estadounidense del nazismo fue su programa de guerra biológica que se aplicó durante el Tercer Reich. A través de la Operación Paperclip, los servicios de inteligencia y militares de EE.UU., llevaron de forma secreta a EE.UU. a unos 700 científicos nazis para extraer de ellos todos sus secretos en armas químicas y experimentación médica.
Una semana después del ataque a las Torres Gemelas, Estados Unidos sufrió un extraño ataque con Ántrax. En junio de 2008, Bruce Irvins, científico del Ejército estadounidense se suicidó antes de ser acusado por estos atentados. Pero Irvins no es el único científico que pierde la vida en extrañas circunstancias. En julio de 2003, el científico británico David Kelly fue hallado muerto, dentro de su casa, luego de darle un entrevista secreta a la BBC de Londres, en la que confiesa que era totalmente falso que Irak tuviera armas de destrucción masiva y que simplemente era una excusa para invadir y saquear a ese país. Este hecho generó innumerables interrogantes, pero también dejó al descubierto el perverso mundo de las guerras biológicas de Estados Unidos y Gran Bretaña. Aunque las Convenciones sobre Armas Químicas y Biológicas ilegalizan la producción, el almacenamiento y uso de armas biológicas, Estados Unidos mantiene los mayores arsenales de estas armas de destrucción masiva y ha sido el primer país en aplicarlo. Nunca podremos olvidar lo que hicieron contra el pueblo vietnamita y camboyano con el tristemente recordado “Agente Naranja”, fabricados entre el gobierno de Estados Unidos y la farmacéutica Bayer. Desde el  año 2001, Estados Unidos ha gastado unos 50.000 millones de dólares en armas biológicas. Antes de partir, el ex presidente George Bush asignó para el año fiscal 2009, casi 9.000 millones de dólares más para gastos en bioarmas, es decir, 39% más de lo que se asignó para el año 2008. Pero también se ha denunciado que estas bioarmas han llegado a manos irresponsables. El ex presidente del Banco Mundial, ex secretario de Estado de Estados Unidos, quien ordenó el bombardeo masivo contra Vietnam, y quien fue miembro del Programa Ampliado de Inmunización, Robert Mcnamara, dijo en una oportunidad a un diario francés: “Hay que tomar medidas duras de reducción demográfica en contra de la voluntad de las poblaciones. La reducción de la tasa de natalidad ha demostrado ser imposible o insuficiente. Por consiguiente, debemos aumentar la tasa de mortalidad. ¿cómo? Por medios naturales. El hambre y la enfermedad”.
Todo parece indicar que la historia se repite, y que la alarma que genera la CNN sobre el Ébola, es impulsada por grandes empresas farmacéuticas que dicen tener la cura y sólo con ese anuncio  ya han logrado incrementar sus acciones en la bolsa. La realidad es que estas grandes farmacéuticas junto con el Fort Detrick son responsables, como la historia lo demuestra, de inocular y propagar diversos tipos de enfermedades por el mundo para así maximizar sus ganancias a costilla de la vida de los demás, casi siempre los africanos, a quienes aún utilizan para sus experimentos. La historia ya ha demostrado que detrás de cada brote de este tipo de enfermedades está el cartel de las farmacéuticas, una de las industrias más poderosas, influyentes y perversas del mundo.


El tratamiento médico es la tercera causa de muerte en Estados Unidos
Generalmente consideramos que ir al doctor o recibir algún tipo de tratamiento médico son un bien universal y poco nos preocupamos de las consecuencias o efectos secundarios que estos tratamientos pueden tener. Pero según cifras publicadas en The Journal of American Medicine, el tratamiento constituye la tercerca causa más frecuente de muerte en Estados Unidos. Asimismo, según revela un reciente artículo publicado en el LA Times, las drogas preescritas por doctores cuasan más muertes por sobredosis que drogas ilegales como la heroína y la cocaína. Este envenenamiento de la industria médica ha sido denunciado por prestigiosos médicos, como el premio Nobel Thomas Steitz quien acusó a las farmaceúticas de retirar medicamentos que curan o el  también Premio Nobel Richard J. Roberts quien denunció que las farmacéuticas no desarrollan medicamentos que curan porque no son rentables y buscan, en cambio, la cronicidad de las enfermedades. La investigación de Peter Glidden, médico y autor ahonda en esta industria de la muerte en la que, en su reverso, se ha convertido la farmacéutica moderna –que innegablemente cura nuemrosas enfermedades pero al tiempo que genera otras tantas. “La tercera causa de muerte en los Estados Unidos, según una publicación del Jornal de la Asociación Americana de Medicina, es causada por tratamientos médicos. Esto significa que usted visita a un doctor, él le provee un tratamiento y usted fallece a causa de ese tratamiento. De acuerdo con datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, 15.000 pacientes de Medicare mueren mensualmente por estos tratamientos médicos y nadie va a la cárcel. Un puñado de terroristas estrellan 2 aviones en las torres gemelas, mueren 3.500 personas y el país va a la guerra, pero 15.000 personas están muriendo por mes en estos momentos a causa de tratamientos médicos, y ni siquiera pestañeamos”, declaró Glidden en una entrevista. Glidden añadió sobre el lobby de las farmacéuticas: “Los doctores están a la delantera por las coaliciones políticas y económicas que se hicieron a principio de siglo, algo que la población no sabe o reconoce. Y esto es un problema gigante”.

Cerdos de granjas alimentados con soja y maíz transgénicos se enferman 
Los cerdos tienen un sistema digestivo similar a las personas, por lo que el grupo de científicos espera poder investigar si los humanos también sufren los mismos problemas. Durante un estudio realizado por el Instituto de Salud y Medio Ambiente IHER de Australia, interesado en la seguridad de los alimentos, junto a un equipo en Estados Unidos, científicos dieron de comer soja y maíz transgénicos a un grupo de cerdos en granjas de producción comercial y comprobaron un aumento de enfermedades gástricas severas y un elevado peso del útero en las hembras. Se seleccionó un grupo aleatorio de cerdos, con igual cantidad de machos y hembras, y se los alimentó con soja y el maíz genéticamente modificado. A su vez a otro grupo se le dio alimentación normal. Los resultados no mostraron diferencias en la ganancia de peso, la mortalidad y las mediciones de sangre de rutina. Lo que se detectó fue una mayor tasa de inflamación severa del estómago, equivalente a un 32% frente a un 12%. Incluso la inflamación fue más dañina en los machos. A su vez en las hembras, los úteros de los cerdos con alimentación transgénica eran 25% más pesados La doctora Judy Carman, profesora afiliada a la Universidad Flinders, Adelaide, Australia, comunicó que “encontramos estos resultados en condiciones reales en las explotaciones agrícolas, no en un laboratorio, pero con el beneficio añadido de controles científicos estrictos que no están normalmente presentes en las granjas”. “En segundo lugar, se utilizaron cerdos. Los cerdos con estos problemas de salud terminan en nuestro suministro de alimentos. Nos los comemos”, agrega la especialista. Con una clara advertencia por los potenciales peligros para la salud humana, la doctora Carman dice que se estudiaron cerdos. “Los cerdos tienen un sistema digestivo similar a las personas, por lo que tenemos que investigar si las personas también están recibiendo los problemas digestivos de comer los cultivos transgénicos”, advirtió la doctora Carman.

El secreto detrás de las farmaceúticas
Los laboratorios farmacéuticos inventan enfermedades transformando procesos naturales o etapas de la vida normales, como el envejecimiento, el embarazo, el parto, la infelicidad o la muerte en algo que debe recibir medicamentos. O sea que no se limitan a hacer publicidad de sus fármacos, sino que además promocionan las enfermedades a las que se dirigen. La promoción de las enfermedades tiene por objetivo convertir a la gente sana en pacientes, convertir un proceso normal en un problema médico, por ejemplo, la caída del pelo, desperdiciando recursos enormes y causando en muchas ocasiones un daño secundario. Existen varias formas de crearlas como ampliar el espectro de las enfermedades. Por ejemplo, si se reducen las cifras anormales de presión arterial, de un día para otro, muchas personas que un día estaban sanas amanecen convertidas en hipertensas, por lo que deben tomar medicamentos. Otra vía es convertir los síntomas en un problema de salud, como ocurre con el colesterol: nadie se enferma del colesterol, porque es un factor de riesgo, pero lo tratan como si fuera eso, una enfermedad. Una tercera táctica es convencer a la gente de qué condiciones normales, como la menopausia o el embarazo, son patologías que hay que medicar. O sea que convertir problemas y situaciones comunes de la vida, como el envejecimiento, la timidez, la menopausia, la tristeza o la soledad, en enfermedades que pueden tratarse con fármacos es una de las argucias utilizadas por la industria farmacéutica para vender mejor sus productos. Las estrategias de mercado que se utilizan suponen un reto global a los agentes interesados en salud pública. Al final no son sólo los médicos, sino los ciudadanos y los gobiernos los que demandarán también una respuesta global. Es decir, es un negocio. Para cada droga inventan un mal. La industria farmacéutica gasta miles de millones de euros en actividades de promoción para que los médicos prescriban, las farmacias vendan y los sujetos consuman los productos que fabrica.

La industria farmacéutica: secretos y mentiras
www.ojocientifico.com
Según el portal Ojocientifico.com “No hay medicina sin medicamentos”. Parece que cualquier visita al médico termina en pastillas, jarabes, inyecciones o algún otro medicamento. Ben Goldarce es el autor del libro "Mala Farma" en el que pretende mostrar los secretos y mentiras de la industria farmacéutica, que día a día nos vende más y más productos que a menudo no necesitamos. Existen diferentes sistemas de salud en el mundo: algunos son públicos, otros privados, otros mixtos. Funcionan de diversas formas, pero lo curioso es que siempre, en un momento u otro, acabamos pagando. La industria farmacéutica, como su nombre lo indica, tiene fines de lucro. Se necesita vender para generar nuevos productos que serán vendidos en un futuro. Además, es una industria con una influencia enorme: ella decide qué curas se inventan, a quién se cura, y cuánto le costará su bienestar y su salud. En este sistema de los medicamentos, los médicos sólo ven la realidad distorsionada de la empresa farmacéutica, de las revistas y los colegas -que en ocasiones también están comprados o patrocinados por las farmacéuticas-. El gran problema de los medicamentos es que son probados por las mismas farmacéuticas. Como estas necesitan vender, generalmente realizan malos ensayos clínicos, con grandes fallas -se omiten datos, se muestran sólo resultados positivos, se prueba el fármaco en personas sanas- que no permiten dar un real punto de vista sobre el nuevo medicamento. De esta forma, se exageran los beneficios del medicamento y se ocultan los daños potenciales del mismo. Si los ensayos dan resultados poco favorables, son fácilmente ocultados a médicos y pacientes, por lo que el médico no puede cumplir con su labor de recetar lo mejor para cada situación. La poca transparencia rompe las normas básicas de la ciencia y desperdicia recursos -científicos, aparatos, pruebas costosas-. Otro punto a tener en cuenta es en quién se realizan los ensayos clínicos. Aquí no solo viene un problema ético -los ensayos se hacen en presos o indigentes en su mayoría-, sino también médico: en general, los ensayos no se hacen, por ejemplo, en niños, por lo que no se saben a ciencia cierta los efectos del fármaco en los infantes. A menudo se crean nuevos fármacos, más costosos, que tienen el mismo efecto que otros anteriores con avances terapéuticos escasos o nulos. Goldarce plantea que muchas personas consideran que la industria farmacéutica funciona mal, pero pocos saben realmente por qué.


Tecnología, vacunación e industria de la enfermedad
Cuando usted compra productos de Microsoft, ahora está promoviendo a la industria farmacéutica y su agenda mundial de vacunación. Esa es la nueva realidad que vivimos, donde la mayor compañía mundial de software está relacionándose con el desarrollador de vacunas más grande del mundo. ¿Cómo es eso? En 2009, Microsoft compró una pieza clave de la tecnología de la compañía farmacéutica Merck, el mayor fabricante mundial de vacunas. La tecnología, como se verá más adelante, posiblemente se pueda utilizar para desarrollar vacunas de eugenesia que se dirigen a determinadas razas y nacionalidades con productos farmacéuticos que inducen a la infertilidad-, algo que es totalmente coherente con el objetivo que abiertamente admitió Bill Gates de reducir la población mundial a través del uso de vacunas. Esta tecnología de investigación de vacunas ataca-genes comprada por Microsoft fue desarrollada por la compañía conocida como Rosetta Biosciences, anteriormente propiedad de Merck. Su software se describe como una forma de “entender cómo los genes interactúan unos con otros” Un anuncio en el sitio web de Rosetta Biosoftware explica: “El acuerdo permite a Microsoft incorporar la genómica genética, software de gestión de datos en la plataforma de Microsoft Amalga Life Science para lograr mejor capacidad de investigación traslacional”. Este mismo anuncio continúa diciendo que el fabricante de vacunas Merck va a “proporcionar información estratégica a Microsoft” como parte del acuerdo. Rupert Vessey, el vicepresidente de Merck Research Laboratories, admite abiertamente que este acuerdo coloca a Microsoft en el papel de ser un desarrollador de drogas. Él dice: “Esperamos poder colaborar con Microsoft para desarrollar nuevas soluciones bioinformáticas para permitir y acelerar el descubrimiento de fármacos y su desarrollo” Esta es una afirmación clave para comprender por qué el término “bioinformática” sólo puede significar una cosa. ¿Que almacena la información en la biología? Esto es sólo un sistema de almacenamiento digital en la biología humana, y ese sistema es, por supuesto, el ADN. Por lo tanto, la idea de desarrollar “soluciones bioinformáticas” realmente significa el desarrollo “dirigido a gene-medicamentos y vacunas.” Según la web. Gates ha sido un claro defensor de la vacunación por años. Su organización, la Fundación Bill & Melinda Gates, está en constante promoción de las vacunas en cualquier lugar y en todas partes. El sitio web del grupo, de hecho, dice uno de sus objetivos es vacunar a cada niño en el planeta, alegando que las vacunas son las intervenciones de salud más eficaces que se haya desarrollado. Sin embargo, entre sus muchos discursos, Gates ha dado información contradictoria sobre el programa detrás de la vacunación. En su discurso más reciente, afirma que las vacunas salvan vidas. Pero en un discurso que pronunció en una conferencia Gates afirmó claramente que las vacunas y el cuidado de la salud forman parte de una ecuación para reducir la población en el mundo de un 10 a 15 por ciento. El fundador de Microsoft y uno de los hombres más ricos del mundo, Bill Gates, proyecta una imagen de un filántropo benigno utilizando sus miles de millones a través de su (exenta de impuestos) Fundación Bill & Melinda Gates, para hacer frente a las enfermedades, resolver la escasez de alimentos en África y aliviar la pobreza. En una conferencia reciente en California, Gates revela una agenda menos pública de su filantropía-reducción de la población, también conocida como la eugenesia. “En primer lugar tenemos la población. El mundo de hoy tiene 6.800 millones de personas. Y es probable que alcance los 9 mil millones. Ahora, si hacemos un buen trabajo con nuevas vacunas, atención médica, servicios de salud reproductiva, podríamos reducirla tal vez, 10 o 15 por ciento”. En claro inglés, uno de los hombres más poderosos del mundo estableció claramente que espera que las vacunas sean utilizadas para reducir el crecimiento de la población.5 por

Próximamente: Reducción de la población mediante microchip anticonceptivo
18/7/2014 Conspiraciones1040.blogspot.com
Un microchip anticonceptivo implantable podría llegar al mercado para el año 2018 gracias a la financiación del multimillonario globalista y un entusiasta del control de la población, Bill Gates. Él era un hombre aparentemente bueno en la primera mitad de su vida. Un estadounidense promedio que hizo su fortuna con la venta de hardware y software por valor de miles de millones, convirtiéndose en un icono en todo el mundo y un ejemplo viviente del sueño americano. Pero en la segunda mitad de su vida, se unió a la "élite" del mundo, en un intento de reducir la población mundial en miles de millones ... y él hablaba en serio! Bill Gates, el hombre que recientemente impulso la agenda de control de la población dio un paso más allá: anunció el desarrollo de un microchip anticonceptivo con mando a distancia, que puede ser implantado bajo la piel y duran hasta 16 años. Después de que se ha implantado el microchip, eso comenzará a liberar una dosis diaria de levonorgestrel, que es una hormona usada para prevenir el embarazo. De acuerdo con la Fundación de Gate, una mujer puede elegir el momento de desactivar (o reactivar) el chip usando un control inalámbrico, pero teniendo en cuenta el oscuro pasado de la participación de Bill Gates en la despoblación, sería una locura confiar en ellos!  Aún más preocupante, hace un par de años en las Filipinas, los poderes fácticos ni siquiera se molestaban esconder su enferma agenda, y por la fuerza implantaban microchips RFID en las (quien sabe cuantas) personas: Ahora, trata de imaginar lo que la "élite" puede y va a hacer con este tipo de tecnología. La drástica reducción de la población de la Tierra es uno de sus agendas abiertas, y la llevan planeando desde hace tiempo... El chip que algún día puede controlar nuestros numerous El MIT declaró que el implante debería cifrarse para proteger el flujo de datos inalámbricos y mantenerlo seguro. El tamaño del chip es de 20 x 20mm x 7mm y el depósito de la hormona se almacena en un microchip de 1,5cm de ancho dentro del dispositivo. El microchip anticonceptivo mantendría cerca de dos décadas una hormona utilizada en los anticonceptivos y dispensaría 30 microgramos al día, según un informe del MIT Technology Review. — technologyreview La idea surgió después de una visita de Bill al Massachusetts Institute of Technology (MIT) dos años antes, donde le preguntó al profesor Robert Langer si había alguna forma de activar el encendido y apagado del control de la natalidad mediante control remoto. Esto le ahorraría a las mujeres la molestia de visitar la clínica para quitarse implantes anticonceptivos cuando quisieran quedar embarazadas. Langer conectado a la Fundación Gate con MicroCHIPS, una empresa de Massachusetts licenciada para utilizar una tecnología de microchips de emisión controlada. Desde entonces, la asociación ha estado ocupada en desarrollar la tecnología que podría ver un lanzamiento antes de 2018. — technologyreview. En base en el hecho de que personas inocentes han sido microchipeadas en secreto en el pasado, posiblemente este microchip ya ha sido implantado bajo la piel de muchas personas, sin su conocimiento. Si estos microchips son capaces de mantener la cantidad necesaria de hormonas durante casi dos décadas, ¿no es lógico suponer que puedan utilizarse para otros propósitos?

EEUU Bill Gates donará u$s500 M para combatir las epidemias mundiales

03/11/2014 infobae.com
"Es para reducir la malaria, la neumonía, las diarreas e infecciones parasitarias, causas principales de muerte y de minusvalía en los países en desarrollo", explicó la fundación del ex presidente de Microsoft.  El millonario y filántropo estadounidense Bill Gates se apresta a donar más de 500 millones de dólares para la lucha contra diversas epidemias en países en desarrollo, como la malaria, según un comunicado publicado este domingo. El ex presidente de Microsoft, para el que el ébola representa un "llamado para actuar", hizo este anuncio en la 63 reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Medicina e Higiene Tropicales, en Nueva Orleáns. Explicó que la Fundación Gates iba a dedicar más de 500 millones de dólares en 2014 "para reducir la carga de la malaria, de la neumonía, de las diarreas y de una serie de infecciones parasitarias, causas principales de muerte, de minusvalía en los países en desarrollo", según este comunicado. En septiembre, la Fundación Gates ya había anunciado una donación de 50 millones de dólares para la epidemia de ébola que causó la muerte de 4.900 personas en África occidental desde comienzos de año.

¿Es peligrosa la tecnología wi-fi?
Tomado: Revista Discovery D Salud
El presidente de la Agencia de Protección Sanitaria de Gran Bretaña, William Stewart, advirtió recientemente sobre la necesidad de ser precavidos ante los posibles efectos sobre la salud de la tecnología Wi-Fi. Y es que los expertos afirman que los efectos a largo plazo de la tecnología no han sido suficientemente investigados resaltando en particular los posibles riesgos para la salud de los niños que asisten a escuelas con redes inalámbricas. Algunos centros educativos comienzan a tomar medidas. En Gran Bretaña muchos padres están exigiendo la retirada de las redes Wi-Fi y en Canadá el rector de la Universidad de Lakehead en Ontario ha decidido aplicar el Principio de Precaución en beneficio de sus alumnos y retirarlas garantizando al mismo tiempo el acceso a la Red mediante fibra óptica.  La tecnología inalámbrica Wi-Fi permite a cualquiera conectarse a Internet o interactuar con otros dispositivos electrónicos desde cualquier punto de una ciudad, un campus universitario, una escuela, un restaurante, un aeropuerto, una cafetería o unos grandes almacenes sin cables ni enchufes. El secreto está -como en el caso de la telefonía móvil- en las ondas electromagnéticas que, rebotando por el área escogida, acaban conformando una red en la que todos -nunca mejor dicho- quedamos atrapados. No se nos dice, en cambio, que a diferencia de un bar donde uno, a la vista del humo flotando en el local, puede elegir estar o no estar, en el entorno Wi-Fi que preparan para nosotros la contaminación electromagnética es constante e invisible.  Según el informe del The Times, Stowe School -una escuela pública de Buckinghamshire- retiró su red inalámbrica después de que Michael Bevington, un profesor con 28 años de experiencia, enfermara. “Sentía un amplio conjunto de síntomas desagradables –declaró- siempre que estaba en el aula. Primero fue un fuerte dolor de cabeza, después dolor en el cuerpo, sofocos repentinos, presión detrás de los ojos, quemazón en la piel y sensaciones ardientes además de náuseas. Durante el fin de semana, lejos del aula, me sentía totalmente normal”.
Y la sensibilización sobre el problema parece aumentar día a día. El doctor Mae-Wan Ho -biofísico, profesor de Biología y director del Institute of Science in Society con sede en Londres- terminaba un artículo titulado Ahogados en un mar de microondas: la revolución Wi-Fi de forma concluyente. “Están apareciendo evidencias de que los peligros para la salud asociados a las microondas inalámbricas son al menos comparables, si no peor, que los asociados al tabaquismo. Pero, a diferencia del tabaquismo, la exposición pasiva a las microondas será difícil de evitar si el Wi-Fi llega a estar en todas partes. Ahora que las prohibiciones de fumar están generalizadas por todo el mundo no hay razón para no hacer igual con el Wi-Fi. Todas las redes Wi-Fi en lugares públicos deben desmontarse, especialmente en escuelas y universidades, deben prohibirse. Por las mismas razones, las redes para cubrir la ciudad no deben ser instaladas. Los salones, las barras de café, los restaurantes y los hoteles con redes Wi-Fi deben llevar señales de alarma. El uso de los teléfonos móviles se debe reducir a un mínimo, especialmente para las poblaciones en riesgo; por ejemplo, los niños. Debe haber una adopción obligatoria de teléfonos móviles con niveles de radiación tan bajos como sean razonablemente realizables junto con tecnologías sin manos, ni auriculares”.



Nota: Este informe tiene unos años pero esta muy completo para mas información: http://www.dsalud.com/index.php?pagina=articulo&c=319#

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