viernes, 2 de agosto de 2013

Manos Seguras

Frases:

“La mayoría de gente quiere seguridad en este mundo, no libertad” (Hl Mencken)

“La seguridad de los pueblos a mi mando, es el más sagrado de los deberes” José De San Martín

"Los políticos tímidos e interesados se preocupan mucho más de la seguridad de sus puestos que de la seguridad de su país." Macaulay, Thomas

“Nada puede dar un sentido real de seguridad en el hogar, excepto el amor verdadero”. Billy Graham

¿Cuál es el tema que más preocupa a los uruguayos?

29/7/2013 equipomori.com.uy

La inseguridad continúa siendo hoy el principal problema del país, de acuerdo a la visión de los uruguayos. Cuando se pregunta en forma espontánea, sin sugerir opciones, cuál es el principal problema del país, 32% menciona a la inseguridad o a la delincuencia. En un segundo lugar aparece el desempleo, los problemas sociales, y la situación económica. Estos son resultados de la encuesta de Equipos MORI del mes de junio, a partir de una muestra nacional de 700 personas, representativa de la población de 18 años y más. Esto no fue siempre así. Fue durante fines de 2008 y fundamentalmente en
2009 que la seguridad alcanzó el primer lugar en las menciones: anteriormente la principal preocupación era el empleo. Por supuesto, la disminución del desempleo en este período también puede haber contribuido a que otros problemas –como la inseguridad- cobraran mayor relevancia. Pero, en cualquier caso, lo cierto es que hoy la delincuencia y la inseguridad continúan siendo el tema que más preocupa a los uruguayos. Equipos MORI preguntó a los entrevistados su opinión sobre distintas medidas posibles de acción para combatir la delincuencia.  En primer lugar se consultó a los uruguayos su opinión sobre la actuación de la policía frente a los delincuentes. Menos de la tercera parte (29%) considera que la actuación de la policía “es adecuada”, mientras que la mayoría (65%) opina que “debería ser más dura” y una minoría (1%) que “es demasiado dura”. Con claridad entonces los uruguayos reclaman a la policía mayor dureza con la delincuencia. Por otro lado, se abordó el tema desde el plano de la legislación. ¿Debería haber leyes que impongan penas más severas a los delincuentes? Nuevamente una mayoría fuerte (78%) está de acuerdo en que la legislación debería ser más dura, y apenas uno de cada siete (16%) que es adecuada. Por último, se interrogó respecto a la actuación judicial. ¿La Justicia actúa adecuadamente, debería ser más estricta o debería ser menos estricta? La enorme mayoría (en este caso alcanzando cifras cercanas al 90%) manifiesta que los jueces “deberían ser más estrictos” en la aplicación de la Ley. Es perfectamente posible que algunos de estos juicios respondan a visiones relativamente estereotipadas sobre la realidad, y que puedan estar basados en información parcial o fragmentaria, quizá incluso teñidos en alguna medida por la agenda de los medios de comunicación.

La globalización del miedo

http://res.uniandes.edu.co/view.php/284/view.php

Un rasgo importante del actual proceso de globalización consiste en que los sentimientos de miedo acosan cada vez con más fuerza a los habitantes de la aldea global.  Un nuevo fantasma recorre el mundo: el miedo. La novedad no procede del miedo en sí mismo (pues este sentimiento acompaña a los seres humanos desde los orígenes de la especie), sino de las formas que adopta su protagonismo en el escenario de la sociedad global. La situación resulta paradójica en la medida en que una de las metas de la modernización consistía en minimizar los peligros que atemorizan a los individuos. Sin embargo, pese al elevado nivel de eficiencia que han alcanzado las instituciones y las tecnologías modernas, la vida contemporánea se caracteriza por la sensación de continuo sobresalto que impregna la existencia cotidiana de la gente. Rossana Reguillo, por ejemplo, muestra cómo, aunque son las personas concretas las que sienten miedo, "es la sociedad la que construye las nociones de riesgo, amenaza, peligro y genera unos modos de respuesta estandarizada". Resulta apenas obvio que acontecimientos o hechos susceptibles de provocar sentimientos de miedo pueden alcanzar, gracias a los medios, una resonancia mucho más amplia y vigorosa de la que habrían tenido en ausencia de éstos. Es usual que un mismo hecho suscite temores mayores o menores dependiendo del modo como sea puesto en conocimiento de las audiencias a través de los canales informativos. En este sentido, el papel de los medios en relación con los hechos no se reduce nunca a su faceta informativa o comunicativa. Las sensaciones de miedo bien pueden estar justificadas por los riesgos, las violencias o las atrocidades que tienen lugar a diario en diferentes lugares del mundo, pero también pueden ser aumentadas o menguadas según el tratamiento que se le dé a la información (incluso cuando ésta se esfuerza por dar cuenta de los hechos "tal como ocurrieron"). Esto implica que los medios no solamente informan acerca del mundo sino que actúan sobre él. Si vamos un poco más allá de esta consideración básica, lo primero que descubrimos es que los efectos performativos de los medios no se agotan en la difusión (o en la ocultación) de un hecho en particular en un momento específico del tiempo, sino que se refuerzan incesantemente debido a la continuidad de la acción del aparato mediático a lo largo de periodos prolongados. La vigencia de las noticias rara vez tiene una duración que alcance más allá de una o dos semanas; la mayoría de ellas desaparece luego de despertar un breve interés. Pero detrás de una noticia viene otra y su efecto acumulativo es lo que cuenta a la hora de evaluar la incidencia de los medios en procesos de mediano y largo plazo. Una situación de miedo puede ser pasajera; una atmósfera de miedo necesita ser sostenida por la acción continua de los factores que la suscitan. A este respecto, lo esencial es notar que no basta con que existan riesgos o acontezcan hechos temibles; hace falta además que el público tenga conocimiento de ello y que ese conocimiento sea renovado una y otra vez.  El hecho de que la globalización del miedo sea un efecto emergente no significa, empero, que los poderes constituidos no puedan aprovechar la nueva situación para inclinar la balanza del miedo en una u otra dirección. Para nadie es un secreto que los hechos reciben una atención diferenciada por parte de los medios, y todos sabemos que el empleo de tecnologías mediáticas ofrece enormes posibilidades, tanto a la hora de seleccionar los contenidos informativos que circularán globalmente, como a la hora de dosificar o multiplicar el efecto de un acontecimiento sobre las audiencias. Estas posibilidades resultan atractivas para muchos debido a que la gestión mediática del miedo es una herramienta eficaz para el logro de ciertos propósitos (emprender una guerra, promover un proyecto legislativo que limita la inmigración extranjera, motivar una ola de popularidad en época de elecciones, sembrar la desconfianza en una comunidad, etcétera). Por otra parte, el miedo reduce la capacidad de resistencia y de vigilancia crítica de la ciudadanía. Como escriben Deleuze y Parnet, "los poderes tienen más necesidad de angustiarnos que de reprimirnos" y por eso están interesados ante todo en "administrar y organizar nuestros pequeños terrores íntimos"

"En Uruguay hay un arma cada tres habitantes"

14/6/2013 elobservador.com.uy

Ignacio Salamano,coordinador del Observatorio de impacto de armas de fuego en la vida cotidiana, del Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay (Ielsur), explicó que la proporción se debe a que "existe una cifra negra, que determina que por cada arma registrada hay otra no registrada". De esta manera se estima que el número de armas en Uruguay superaría 1.100.000, lo cual significa una proporción de uno a tres, similar a la de Irak (32 armas de fuego cada cien habitantes) y muy superior a la de Brasil (ocho en cien) y Colombia (seis en cien). Salamano añadió que "solo el 11% de las armas pertenecen a policías o coleccionistas" y que según datos del Ministerio del Interior "el 705 de los asesinatos cometidos en Uruguay en 2012 fueron perpetrados con armas de fuego". El Ielsur presentó un Observatorio que se propone analizar el impacto del uso de armas de fuego en el país. "Primero deberá recopilar y sistematizar la información disponible, que está disgregada y en muchos casos, desactualizada. El trabajo finalizará en 2015 y su objetivo último es medir cómo afecta esta problemática en la vida de las personas", se señala en el sitio web de El Espectador. De todas formas Luis Pedernera adelantó que con los datos que se poseen de 2012 el panorama "no es demasiado alentador" porque Uruguay “siempre ha sido un país que tiene un alto número de armas registradas, más que nada para un país que no tiene conflictos armados. Si tenemos en cuenta ese detalle es preocupante saber que, a diciembre del año pasado teníamos 584.112 armas (registradas)”.

Transitorias a presos sin aval judicial

30/7/2013 elpais.com.uy

Operadores judiciales y la oposición criticaron un artículo de la Rendición de Cuentas que habilita al Ministerio del Interior a dar salidas transitorias a presos para trabajo o estudio sin orden judicial. La cartera defendió tener la potestad. El artículo 117 de la Rendición de Cuentas del gobierno, a estudio del Parlamento, señala: "Facúltase al Instituto Nacional de Rehabilitación a autorizar la salida fuera del establecimiento de reclusión de personas privadas de libertad, dentro del marco de programas de rehabilitación vinculados a formación o trabajo". Además, agrega que el Poder Ejecutivo reglamentará las condiciones en que se otorgarán las autorizaciones en un plazo de 180 días desde la promulgación de la ley. El presidente de la Asociación de Magistrados, Rolando Vomero, indicó a El País que las salidas transitorias deben ser autorizadas por un juez penal. "El juez es quien decide cuando se entra y cuando se sale de una cárcel", explicó. Vomero dijo que no está de acuerdo con que vuelva a la Policía la decisión de otorgar salidas transitorias de encarcelados porque "las garantías las da el juez". Según Vomero, son los jueces quienes conocen todo el expediente penal relacionado con el interno. "No estoy de acuerdo con que la autoridad administrativa permita salir de una cárcel. En el pasado hubo abusos policiales con ese tema. Hubo muchísimos casos", dijo. El juez penal Ricardo Míguez indicó a El País que, en este momento, autoridades y funcionarios del Ministerio del Interior se encargan de custodiar a los presos y agregó que, en distintas ocasiones, existen problemas de convivencia entre ambas partes. "Entonces, con este nuevo sistema, se podría beneficiar a alguien que no lo merece. Esto puede dar lugar a situaciones de mal manejo. No adjudicamos malas intenciones. Sin embargo, el juez es un tercero imparcial y de afuera" del sistema carcelario, dijo el magistrado. "La Justicia brinda más garantías", añadió Míguez. En tanto, una fuente del Ministerio del Interior indicó a El País que la cartera trata de retornar los permisos de salidas transitorias laborales y de estudio a la órbita del Instituto Nacional de Rehabilitación, ya que esa potestad fue transferida a los jueces penales por casos de corrupción. Agregó que, tras una reforma en el sistema carcelario, la institución "está saneada" y cuenta con varios programas de rehabilitación. "Ya es hora" de que el Ministerio del Interior tome el control de las salidas transitorias porque tienen que ver con el sistema progresivo de tratamiento de reclusos que hoy se lleva adelante, dijo.

Barrios de Montevideo con índices de delitos más altos del mundo

29/7/2013 elobservador.com.uy

Testimonios y documentos que circulan en el seno del gobierno dan forma a lo que se considera el nuevo tipo de delincuencia que está generando el estado de inseguridad y se convirtió en la principal preocupación de los uruguayos. Para el gobierno, el cambio en las relaciones criminales fue un tránsito de la acción individual y la asociación circunstancial a grupos más o menos estructurados aun cuando el individualismo permanezca. Una característica de los nuevos grupos es un grado mayor de violencia en la resolución de conflictos, que pasó de advertencias con tiros en las piernas hasta ejecuciones con 70 balazos. Otro papel central en la conformación de la delincuencia actual es la cultura carcelaria que se extendió hacia el exterior de las prisiones, primero por la cantidad de presos que se fueron sumando con el tiempo, luego por la calidad de esos presos, algunos de los cuales perfeccionaron sus capacidades delictivas en contactos con mafias colombianas, rusas, polacas, suecas, mexicanas, brasileñas, peruanas, bolivianas, serbias y españolas que llegaron hasta las costas uruguayas y algunos de cuyos integrantes fueron apresados. A esto se suman los uruguayos presos en otros países y luego deportados. El traspaso de conocimiento delictivo generó nuevas formas de comportamiento, a saber: pago por protección para garantizar la seguridad, extorsión a familiares de consumidores de drogas, homicidios como ajustes de cuenta, un incipiente sicariato, secuestros extorsivos entre narcos ordenados desde la cárcel que a veces no llegan a los medios ni a la Justicia. De hecho, la Policía habla por lo bajo sobre la posible desaparición de algunos delincuentes, al estilo mexicano, que podrían haber sido ejecutados y enterrados o quemados, como hacen otras mafias, pero nadie denuncia esos hechos. Entre los grupos organizados se destaca el de tráfico, contrabando y falsificación de marcas o trata de personas. Su característica es tratar de pasar inadvertidos con lo cual usan la violencia solo en caso extremo. Su arma poderosa es la corrupción ya que tienen tres intereses bien definidos: la mercancía, la libertad y el dinero. “Pueden perder el cargamento, procuran no perder la libertad, pero de ninguna manera quieren perder su dinero pues representa la pérdida de poder”, dijo un oficial.  Como contrapartida, los grupos territoriales son muy violentos para marcar su zona. Los grupos barriales más conocidos operan en Cerro Norte, Marconi, Ituzaingó y capitán Artigas en Canelones. También hay grupos vinculados a las barras bravas del fútbol. Tienen comando y control de sus integrantes, conexiones con grupos de tráfico y actividades criminales diversas. Buscan sustituir al Estado en sus funciones, por eso tratan de solucionar las disputas barriales para evitar que se llame a la Policía y cada vez ejercen un mayor dominio sobre los menores, a los que comenzaron utilizando como campanas pero que, se ha demostrado, los empiezan a enviar como sicarios. También usan a estos menores y a mujeres como frente de resistencia a la autoridad en casos en que las fuerzas de choque de la Policía llegan al lugar en un operativo. A veces, vinculados con estos grupos territoriales, están las bandas de asaltantes, cada vez más violentas y organizadas, y que en ocasiones han elegido como blanco a los propios narcotraficantes para hacerse de su dinero o drogas. En ese caso van dispuestos a todo, como ya se ha visto cuando una rapiña termina en una ejecución lisa y llana.

Bonomi: “No puede haber seguridad si hay corrupción”

23/7/2013 Larepublica.com.uy

El ministro del Interior Eduardo Bonomi sentenció que “no puede haber seguridad si hay corrupción”, en tiempos en que se conocieron nuevos hechos que vinculan a policías con actos delictivos. El secretario de Estado confesó que desde que asumió la titularidad de esa cartera, se han dado de baja a unos 300 policías al año por hechos relacionados a la corrupción. Entiende que “seguramente” los policías vinculados al delito “son una minoría”  pero que “hay corruptos, hay corruptos en la Policía, y los hemos estado combatiendo”, sentenciando que, de las 300 bajas anuales en el instituto policial, “mucho tiene que ver con este tema” de la corrupción. Bonomi confesó que desde que asumió el ministerio del Interior sus prioridades fueron dos: mejorar los sueldos de la Policía y sus condiciones de trabajo y combatir “fuertemente la corrupción”, porque está convencido que “no puede haber seguridad si hay corrupción”. Un sondeo dado a conocer recientemente indica que el 48% de las personas encuestadas percibe que los partidos políticos son corruptos y el 47 piensa lo mismo pero de la Policía, según la ONG Transparency International. En Argentina, México y Venezuela más del 65% considera que la corrupción aumentó, cifra que en Uruguay alcanza el 43%. Casi la mitad de los uruguayos (48%) percibe que los partidos políticos son corruptos. Los que les siguen a los partidos en percepción sobre corrupción son la Policía (47%), los funcionarios públicos (40), el Poder Judicial (39), el Parlamento (38), instituciones religiosas (37), Fuerzas Armadas (34), Comercios (34), Medios de comunicación (32), Servicios de salud (31), Educación (24) y las ONG (20).

“El Guardián” realizará escuchas con “orden judicial”

30/7/2013 elobservador.com.uy

El Ministerio del Interior empleará a “El Guardián”, un sistema recientemente adquirido para controlar llamadas de teléfono y actividades en las redes sociales de internet, mediante orden judicial, según informó el ministro Eduardo Bonomi en el Consejo de Ministros de este lunes. El secretario de Presidencia, Homero Guerrero, informó sobre las declaraciones del jerarca en la reunión, en la que “se aclaró que (las intervenciones) se van a llevar a cabo con orden judicial y en coordinación con empresas de telecomunicaciones”. Guerrero agregó que el nuevo sistema se utilizará para “centralizar más el sistema de investigaciones por medio de telecomunicaciones”. “Va a dar muchas mayores garantías a quienes sean objeto de ello”, sostuvo el secretario, quien señaló que el nuevo software adquirido es más avanzado que la tecnología uruguaya, por lo que habrá un período de adaptación. “Si bien es mucho más avanzado que lo que tenemos en Uruguay se va a seguir haciendo con orden judicial y permiso de operador. Nueva tecnología pero con las garantías de siempre”, agregó.

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